ATENAS.- La jefa de la misión
del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Grecia, Delia Velculescu,
insistió hoy en que la deuda del país heleno no es sostenible y criticó a
los socios europeos por presentar unos objetivos de superávit demasiado
ambiciosos.
Velculescu hizo hincapié en el deber del Gobierno del primer ministro
Alexis Tsipras de cumplir sus compromisos, en especial en la lucha
contra la corrupción y la reforma del sistema impositivo, y reiteró que
la participación del fondo en el rescate está sujeto a que se produzca
un alivio "sustancial" de dicha deuda que "ciertamente no es
sostenible".
La responsable del FMI intervino en el ciclo de conferencias
organizado por el semanario británico The Economist que gira en torno a
la economía griega
Velculescu declaró que "todo debe hacerse en paralelo, las reformas y
el alivio de la deuda", y destacó que aunque aceptan "que no se
aprueben medidas de alivio antes del final de programa en 2018", las
medidas de la Unión Europea (UE) deben coincidir "de verdad" con un
análisis de la "sostenibilidad" de la deuda.
Por otro lado criticó la postura de la UE por establecer unos
objetivos fiscales "ambiciosos" que "incrementan el riesgo de fracaso
(del programa)", los calificó de "no razonables" y remarcó que son
necesarios "objetivos más realistas respecto al superávit primario y el
ritmo del crecimiento".
El FMI ha señalado repetidamente que un superávit primario -que
excluye el pago de los intereses de la deuda- del 3,5 % es inalcanzable y
se ha pronunciado a favor de reducirlo al 1,5 %.
Durante el mismo foro el jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad
(MEDE), Klaus Regling señaló que "si las reformas continúan en Grecia,
la Eurozona tiene la voluntad de ayudar con más medidas para el alivio
de la deuda" y pidió que el Gobierno y el pueblo griegos asuman "como
suyo" el programa de rescate.
No obstante Regling reiteró el martes en una rueda de prensa en
Atenas que el objetivo de superávit primario a partir de 2018 (3,5 % del
PIB) es un acuerdo que debe respetarse.
El viceministro de Finanzas, Yorgos Juliarakis, dijo en su
intervención que "un compromiso es un compromiso" y que Grecia "debe
cumplir sus compromisos para restituir su credibilidad", aunque reclamó
que se "reconsidere el objetivo de déficit" a partir de 2018, cuando
expire el actual programa, con una reducción del mismo "de entre 1,5 y 2
%".
El representante de la Comisión Europea (CE) en la cuadriga de los
acreedores de Grecia, Declan Costello, señaló por su parte que la
segunda evaluación del programa de rescate, prevista para el otoño, se
enfocará en la aplicación de las reformas aprobadas hasta ahora.
"Ahora pasamos a la aplicación (de las reformas)", destacó Costello
que señaló que la segunda evaluación será muy exigente y con muchos
retos por afrontar.
El representante de la CE aseguró asimismo que ya no hay riesgo de
que se produzca una quita en los depósitos en los bancos griegos y que
el objetivo respecto a la deuda de Grecia es reducir el coste anual de
su desembolso.
Con respecto a la participación del FMI en el tercer programa de
rescate griego Costello reiteró que esta es crucial para Europa.
Al término del debate, los representantes de la denominada cuadriga
se reunieron con el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, en
lo que puede suponer un primer sondeo de cara a las negociaciones de
la próxima evaluación del programa de rescate, prevista para septiembre,
y en la que se abordará el espinoso tema de la reforma del mercado
laboral.
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