martes, 28 de junio de 2016

El Senado galo retoca la reforma laboral mientras sigue la presión sindical

PARÍS.- El Senado francés aprobó hoy una nueva versión de la reforma laboral, con disposiciones de carácter más liberal, mientras que la presión sindical se mantuvo en las calles con la undécima manifestación en contra de esta ley.

Con 185 votos a favor y 156 en contra, la Cámara Alta sacó adelante la reforma laboral gracias a la mayoría de la derecha en el Senado, que acercó el texto a las tesis defendidas desde el comienzo del debate por la patronal.
Sin embargo, se trata de una acción de carácter casi simbólico, puesto que la llamada "ley el Khomri" -por la ministra de Trabajo, Myriam el Khomri- deberá volver ahora a la Asamblea Nacional, controlada por los socialistas y sus socios, donde volverá a ser remozada.
El partido Los Republicanos, liderado por el expresidente francés Nicolas Sarkozy, reintrodujo matices que existían en el proyecto de ley original, antes del comienzo del trámite parlamentario y del diálogo social, para darle su apoyo en el Senado.
Frente a esta nueva versión, tanto los socialistas como sus aliados del Partido Radical de Izquierda, así como los comunistas y los ecologistas, votaron en contra del texto.
El tortuoso camino de la reforma laboral por el Legislativo continuará ahora en segunda lectura en la Asamblea Nacional, donde, pese a la mayoría de izquierdas, no está en absoluto asegurada su aprobación.
Por ello, el primer ministro, Manuel Valls, ya ha advertido de que hará uso del artículo constitucional 49.3, que le permite sacar adelante una ley sin necesidad de someterla al voto de los diputados.
El Ejecutivo ya tuvo que recurrir a este ardid en la primera lectura de la ley en la Cámara Baja, y nada hace intuir que vaya a ser diferente su paso en segunda lectura.
El texto se enfrenta además a la oposición en las calles de varios sindicatos franceses, especialmente la CGT, que se muestran determinados a tumbar una de las reformas estrella del quinquenio del presidente, François Hollande.
Hoy, 14.000 personas, según la Policía, ó 55.000, según los sindicatos, marcharon entre las plazas de la Bastilla y de la Nación para manifestar su rechazo al proyecto, especialmente a su segunda artículo, que establece la preeminencia de la negociación colectiva dentro de cada empresa sobre la sectorial.
Los sindicatos son conscientes de que Valls podría utilizar de nuevo el 49.3 de la Constitución, por lo que hoy lanzaron sus dardos contra esa posibilidad de forma preventiva.
"No son las organizaciones sindicales quienes recurren al artículo 49.3. Hay un verdadero deseo de democracia en Francia, y la opinión pública no cree que ese artículo responda a su concepto de democracia", dijo en declaraciones a la prensa el secretario general de la CGT, Philippe Martinez.
También estuvo presente en la manifestación el líder izquierdista y aspirante a la Presidencia en las elecciones de 2017 Jean-Luc Melenchon, quien aseguró que la situación "empieza a ser muy dura para los asalariados.
La manifestación se desarrolló bajo unas estrictas medidas de seguridad, con unos 2.500 agentes desplegados en las calles parisinas y la detención de 38 personas (81 en toda Francia) que pretendían entrar en las marchas supuestamente para crear altercados.
Sin embargo, estos disturbios, habituales en las últimas manifestaciones contra la reforma laboral, no aparecieron hoy, al igual que la semana pasada, algo de lo que se congratuló el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
"Ha habido una buena cooperación con las organizaciones convocantes", subrayó el ministro, pese a que muchos de los manifestantes expresaron su disconformidad con las férreas medidas de seguridad desplegadas.
La movilización tuvo su reflejo en la huelga convocada por los controladores aéreos, que motivó el retraso de algunos vuelos o incluso algunas anulaciones de última hora, si bien estas fueron "por parte de aerolíneas de bajo coste y no solicitadas" por la Dirección General de la Aviación Civil, dijo a Efe una fuente de este organismo.
Los trayectos más afectados fueron los de media y corta distancia, señaló la fuente, que agregó que en Marsella hubo que establecer el servicio mínimo.
Valls y el Khomri tienen previsto recibir entre mañana y el jueves a los sindicatos y patronales implicados en las negociaciones, si bien ambos se mantienen firmes en no alterar los fundamentos del texto.

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