LONDRES.- El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, perdió hoy la
moción de confianza no vinculante a la que le sometió su grupo
parlamentario, ante las críticas por su tibia defensa de la Unión
Europea (UE) en la campaña del referéndum en el que se impuso el "brexit". Corbyn rechazó dimitir tras perder una moción de confianza, una votación que a sus ojos carece de "legitimidad".
"Fui
elegido democráticamente como líder de mi partido para desarrollar una
nueva clase de política por el 60 % de los miembros y simpatizantes del
Partido Laborista, y no les traicionaré dimitiendo", afirmó en un comunicado.
"Somos un partido democrático, con una constitución clara.
Nuestra gente necesita que los miembros del Partido Laborista, los
sindicalistas y los diputados estén unidos alrededor de mi liderazgo en
un momento crítico para el país como este", argumentó.
Desde el domingo, cerca de 40 miembros de su equipo
han renunciado a su puesto para tratar de forzar su marcha, después de
apenas diez meses al frente de la formación, la primera de la oposición
en el Reino Unido.
Las parlamentarias Margaret Hodge y Ann Coffey
presentaron la moción de confianza contra su líder el pasado viernes,
horas después de conocer el resultado de la consulta, en la que el 51,9 % de los votantes británicos optaron por romper los vínculos con Bruselas.
"El referéndum europeo era una prueba a su liderazgo y creo que Jeremy suspendió ese examen.
Fue demasiado lento, poco entusiasta en la campaña y los votantes
laboristas, simplemente, no entendieron el mensaje", argumentó Hodge.
La
laborista Diane Abbott, nombrada portavoz de Sanidad laborista tras la
cascada de dimisiones en el equipo de Corbyn, defendió poco antes de la
moción de confianza que la votación de hoy "no tiene significado".
"Los
parlamentarios no son quienes eligen al líder laborista, lo hace el
partido. Creo que es muy triste que los compañeros hayan elegido
representar este circo. No quieren que haya unas elecciones al liderazgo
porque no están seguros de si las ganarían", afirmó.
Ante cientos de simpatizantes laboristas que se reunieron ayer a las puertas de Westminster, Corbyn subrayó que no tiene intención de dimitir y que volverá a presentarse en caso de que se convoquen unos nuevos comicios internos.
El
político izquierdista alcanzó la dirección del partido en septiembre
con el apoyo de las bases y los sindicatos, aunque nunca ha contado con
la aprobación de gran parte de la cúpula de la formación.
John McDonnell, portavoz económico del partido y uno de los aliados más antiguos de Corbyn, afirmó hoy que el actual líder "no se va a ir a ninguna parte" y acusó a sus críticos de tratar de "subvertir la democracia".
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