BRUSELAS.- Guerras, conflictos e inestabilidades políticas agudizan las
presiones migratorias en el mundo, pero el fenómeno tiene como sustrato
común el hambre y la pobreza, evaluó hoy el director general de la FAO,
José Graziano da Silva.
Los movimientos de emigrantes van en ascenso y socavan "la capacidad de
muchos países para alcanzar sus objetivos de desarrollo", juzgó el
representante de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), al intervenir en un foro europeo,
con sede en esta capital.
Millones de personas están obligadas a buscar una vida mejor en otro lugar, a menudo en el extranjero, debido a la penuria económica persistente, la inseguridad alimentaria, los cambios demográficos, el clima, las crecientes desigualdades y la presión sobre los recursos naturales, consideró.
Para contrarrestar esa tendencia, debería mejorar el acceso de los pobres en las zonas rurales, en especial, de los pequeños agricultores, a la tierra, el agua, el crédito, los mercados y la tecnología, ejemplificó el directivo de la FAO.
Las metas internacionales de acabar con el hambre, mejorar la nutrición y promover prácticas de desarrollo sostenible, plantean un reto particularmente difícil en África subsahariana y Asia meridional, donde "los niveles de pobreza extrema y subalimentación siguen siendo muy elevados", expresó.
Da Silva también insistió en la necesidad de priorizar la protección social como un "amortiguador" en tiempos de necesidad y una fuente de ingresos adicionales para invertir en activos productivos.
"Necesitamos también una mayor inversión en áreas que realmente benefician a la población pobre. Esto incluye asegurar su acceso a los bienes públicos como educación, sanidad, agua potable y saneamiento", añadió.
El cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible requerirá también mayor cooperación con las naciones más necesitadas a fin de identificar estrategias de adaptación específicas, oportunidades de financiación, transferencia de tecnología y recopilación de una exhaustiva base de datos, consideró.
La FAO, recordó, está dispuesta a apoyar a los estados miembros para identificar estrategias de adaptación específicas, como la implementación de técnicas y prácticas de agricultura climáticamente inteligente.
Millones de personas están obligadas a buscar una vida mejor en otro lugar, a menudo en el extranjero, debido a la penuria económica persistente, la inseguridad alimentaria, los cambios demográficos, el clima, las crecientes desigualdades y la presión sobre los recursos naturales, consideró.
Para contrarrestar esa tendencia, debería mejorar el acceso de los pobres en las zonas rurales, en especial, de los pequeños agricultores, a la tierra, el agua, el crédito, los mercados y la tecnología, ejemplificó el directivo de la FAO.
Las metas internacionales de acabar con el hambre, mejorar la nutrición y promover prácticas de desarrollo sostenible, plantean un reto particularmente difícil en África subsahariana y Asia meridional, donde "los niveles de pobreza extrema y subalimentación siguen siendo muy elevados", expresó.
Da Silva también insistió en la necesidad de priorizar la protección social como un "amortiguador" en tiempos de necesidad y una fuente de ingresos adicionales para invertir en activos productivos.
"Necesitamos también una mayor inversión en áreas que realmente benefician a la población pobre. Esto incluye asegurar su acceso a los bienes públicos como educación, sanidad, agua potable y saneamiento", añadió.
El cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible requerirá también mayor cooperación con las naciones más necesitadas a fin de identificar estrategias de adaptación específicas, oportunidades de financiación, transferencia de tecnología y recopilación de una exhaustiva base de datos, consideró.
La FAO, recordó, está dispuesta a apoyar a los estados miembros para identificar estrategias de adaptación específicas, como la implementación de técnicas y prácticas de agricultura climáticamente inteligente.
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