lunes, 20 de junio de 2016

Con el petróleo cerca de 50 dólares, los resistentes productores de EEUU abren nueva página

HOUSTON.- Tras dos años asistiendo al peor desplome del precio del petróleo en una generación, los productores independientes estadounidenses de mediano y gran tamaño sobreviven e incluso atisban crecer de nuevo con el barril de crudo acercándose ahora a los 50 dólares, frustrando con su resistencia a la OPEP y a Arabia Saudí.

Que gigantes de los hidrocarburos no convencionales (shale) como Hess Corp, Apache Corp y otras 25 empresas repeliesen el intento de la OPEP de marginarles, habría sido impensable hace tan solo unos meses, cuando el petróleo se hundió a 26 dólares y se temían las quiebras.
Para recuperar cuota de mercado, la Organización de los Países Exportadores de Petróleo siguió bombeando petróleo a finales de 2014 a pesar del creciente exceso de oferta mundial. El objetivo era hacer bajar más los precios para echar del mercado a los productores con mayores costes, con el petróleo de esquisto considerado como especialmente vulnerable.
El sufrimiento fue grande. Los ingresos del sector cayeron más del 30 por ciento interanual en 2015, el número de plataformas de perforación cayó más del 70 por ciento con respecto a cuando el petróleo estaba aún por encima de los 100 dólares por barril, el valor de las acciones se desplomó en la bolsa y decenas de pequeños productores se declararon en quiebra.
Pero hasta ahora no ha quebrado ningún grupo estadounidense con producción superior a los 100.000 barriles diarios (bd). La supervivencia de estos grandes productores explica por qué la producción total de Estados Unidos sólo ha bajado un 10 por ciento desde el máximo de 9,69 millones de barriles diarios.
Su agilidad -que requirió recortar a la mitad los costes y redoblar los esfuerzos para mejorar las técnicas y extraer más petróleo de cada nuevo pozo- está permitiendo a la industria, con cautela, centrarse de nuevo en el crecimiento.
Pero esta vez, los productores estadounidenses dicen que se concentrarán en las rentabilidades del capital, tras abandonar la cultura de maximizar la producción con independencia de los costes.
La OPEP y Arabia Saudí "pensaron que se produciría una gran capitulación y daños en los productores de 'shale' como resultado del profundo declive", dijo Les Csorba, un consultor de Heidrick & Struggles que trabaja con ejecutivos del sector de petróleo y gas no convencionales. "Pero lo que sucedió fue que en realidad creó un nuevo paradigma entre los productores estadounidenses para transformar sus negocios".
La actividad compradora se ha incrementado notablemente en las últimas semanas. Devon Energy Corp encontró compradores para activos no estratégicos por más de 2.000 millones de dólares. La compañía está empleando parte de ese efectivo para impulsar su presupuesto inversor en 200 millones de dólares.
WPX Energy Inc, que gastó más en adquisiciones el año pasado que cualquier otra petrolera estadounidense, vendió 45 millones de acciones nuevas este mismo mes, planeando usar los fondos para perforar pozos nuevos en Texas.
"Somos una organización más esbelta de lo que eramos antes del desplome de precios", dijo Rick Muncrief, consejero delegado de WPX.
Verdaderamente, los costes se cercenaron en el punto álgido de la caída de precios cuando el petróleo se hundió hasta los 26 dólares por barril en febrero y "existe la percepción ahí fuera de que si los precios de las materias primas vuelven a subir, se vayan a perder esos ahorros de costes".
Sin embargo, remarcó, "ese sencillamente no es el caso"
La visión de consenso del sector es que los costes de los servicios petrolíferos -del fracking y parecidos- podrían subir de la mano del precio del crudo, aunque los avances punteros en tecnologías de arena, perforación y química deberían quedarse.
"El progreso real para nosotros ha sido en la parte del coste", dijo John Christmann, consejero delegado de Apache. "Planeamos mantener un enfoque metódico en el ciclo con el acento en las rentabilidades".
Los precios del petróleo han recuperado casi de la mitad de sus pérdidas respecto a los máximos de mediados de 2014, casi duplicándose desde los mínimos de 13 años marcados en febrero hasta superar los 51 dólares a principios de junio.
Hace un año los precios tocaron precios similares antes de hundirse y los ejecutivos petroleros confían ahora en que la historia no se repita.
"La gente ya no pierde los papeles irremediablemente", dijo Sam Xu, banquero de inversión con CohnReznick Capital Market Securities LLC. "En lugar de tratar de mantener las manos por encima del agua, ahora intentan volver al juego".

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