NUEVA YORK.- El multimillonario George Soros, de 85 años, tiene en su carta
de presentación haber puesto contra las cuerdas al Banco de Inglaterra
en 1992. A Soros se le conoce por haber ganado unos 1.000 millones de
euros como gestor de fondos cuando él y su por entonces director de
estrategia, Stan Druckenmiller, apostaron a que el Reino Unido tendría que devaluar la libra.
Ahora, con una fortuna estimada en más de 20.000 millones de euros, está adoptando un papel más activo en las actividades de negociación de su firma familiar y ha realizado una serie de inversiones bajistas importantes. Pero sus predicciones no siempre han dado en el blanco.
Menos bolsa americana
Previendo la debilidad de algunos mercados mundiales, el Soros Fund Management recortó sus posiciones en la bolsa estadounidense
que se conocen públicamente un 37% en el primer trimestre y compró
acciones de empresas mineras de oro y de un fondo cotizado en bolsa que
sigue el precio del metal amarillo.
Desde entonces, el índice S&P500 ha arañado un rendimiento del 3,1%. Por su parte, Barrick Gold,
la empresa en la que tenía su mayor inversión de las publicadas en su
informe a las autoridades en el trimestre, obtuvo mejores resultados,
con un avance del 44%. Un punto a favor para Soros.
Incertidumbre en China
A Soros le preocupa China desde al menos 2013, y ha verbalizado una inquietud creciente ante la posibilidad de que los líderes del país no puedan gestionar la desaceleración económica.
A principios de este año, el inversor equiparó la gran economía asiática con la de Estados Unidos en 2007-08, señalando un crecimiento impulsado por la deuda
que ha generado incertidumbre e inestabilidad en el sistema bancario
del país. “La mayor parte del capital que los bancos están
proporcionando se necesita para mantener a flote los préstamos en mora y
las empresas en pérdidas”, dijo Soros el 20 de abril en un evento de la
Sociedad de Asia en Nueva York.
Puede que vaya a ver más impagos en el mercado de deuda corporativa.
Según estimaciones de mayo de Bloomberg Intelligence, un volumen de
unos 2 billones de euros de bonos corporativos puede considerarse
“préstamos de riesgo”, es decir, aquellos en los que el prestatario no
tiene ganancias suficientes para cubrir el pago de los intereses. Esta
cifra equivale el 23% del producto interior bruto del país en 2015.
El índice Hang Seng de China ha obtenido una rentabilidad del 10%
durante los tres últimos años. No es un resultado excelente pero dista
mucho del desplome del 37% de las bolsas estadounidenses en 2008. El
índice ha perdido un 22% desde un máximo de abril de 2015 tras la crisis
financiera, si se incluyen dividendos. Soros lo anticipó, pero el golpe ha sido más débil.
Crisis en Europa
Durante un panel de charla del 24 de septiembre de 2011, Soros manifestó que la crisis de deuda europea originada en Grecia
era “más importante que la crisis de 2008”. El año pasado, el
multimillonario dijo que la probabilidad de que Grecia abandonase el
euro era del 50%.“Se puede aplazar el problema indefinidamente” con el
pago de intereses sin una reducción de la deuda, dijo Soros en una
entrevista con Bloomberg TV. “Pero entretanto no habrá superávit
primario porque Grecia se está yendo a pique”.
Hay señales de que la inquietud por la economía de la zona euro está
disminuyendo ya que los inversores centran su atención en China. Grecia y
los acreedores de la zona euro podrían estar próximos a un nuevo
acuerdo para otro paquete de ayudas
que permitiría al país hacer frente a su deuda en los próximos
meses, allanando el camino para un restablecimiento del acceso a las
operaciones de refinanciación regulares del Banco Central Europeo.
Desde los comentarios de Soros en 2011, el índice Bloomberg European
500 ha obtenido una rentabilidad del 82%. La rentabilidad de la deuda
soberana europea denominada en dólares ha sido del 14%. La situación dista de ser tan catastrófica como planteó Soros.
Caída del yen
El negocio familiar de Soros ganó cerca de 1.000 millones
desde noviembre de 2012 hasta febrero de 2013 con su apuesta a una
depreciación del yen japonés tras la elección del primer ministro Shinzo Abe,
quien presionó al Banco de Japón para instrumentar medidas adicionales
de estímulo. Unos dos meses más tarde, el multimillonario advirtió que
las medidas de política monetaria expansiva podrían desencadenar una
“avalancha” del yen ya que los ciudadanos transferirían dinero a otros
países.
“Lo cierto es que lo que Japón está haciendo es bastante peligroso
porque lo hace después de 25 años de acumular déficits sin lograr poner
en marcha la economía”, dijo Soros a la CNBC. “Puede que los
responsables del banco central no sean capaces de frenar la caída de la
moneda”, dijo.
En otro acierto, el yen continuó su caída tras los comentarios de Soros.
Deuda argentina
Soros tenía un interés personal en Argentina -país en el que tiene inversiones desde hace décadas- y más recientemente apostó con éxito a los bonos impagos del país. El inversor se reunía cada tanto personalmente con la anterior presidenta, Cristina Fernández de Kirchner,
para hablar de las previsiones económicas del país. Tras el bloqueo del
pago de los bonos soberanos por parte de un tribunal estadounidense, el
fondo Quantum Partners se sumó en 2014 a un grupo de inversores que
demandaron a Bank of New York Mellon en Londres por no pagar los
intereses de algunas inversiones, alegando que la decisión del tribunal
no debía aplicarse a la deuda fuera de la jurisdicción estadounidense.
Aunque la disputa se resolvió tras la marcha de Fernández el año
pasado, Soros sigue mostrando interés en el país. Representantes de su
fondo participaron en la gira de reuniones con inversores sobre bonos
soberanos llevada a cabo en el país, según un documento al que tuvo
acceso Bloomberg tras la emisión récord de deuda por unos 14.500
millones con el regreso de Argentina al mercado mundial de bonos.
Desde que se conoció la inversión de Soros en Argentina en agosto de 2014, la rentabilidad de la deuda ha sido del 57% de media durante el período. Apuesta ganadora.
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