TOKIO.- El Banco de Japón
(BoJ) anunció hoy que mantiene intacto su programa de estímulo en un
momento marcado por la incertidumbre en torno al referéndum sobre la
permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE).
Pese al fortalecimiento del yen -que perjudica al músculo exportador
japonés- y la debilidad del consumo -motor de la tercera economía
mundial- actuales, el BoJ ha optado por mantener intacto su programa de
flexibilización activado en 2013.
Además de la incertidumbre que genera la posibilidad del "brexit", la
entidad ha preferido también esperar a que Japón celebre elecciones al
Senado el próximo 10 de julio para anunciar cualquier modificación.
La decisión ha contribuido no obstante a un mayor encarecimiento del
yen frente al dólar, que pocos minutos después del comunicado del BoJ
rozó mínimos de hace 20 meses con respecto a la moneda japonesa.
Tras su reunión mensual de dos días la junta de política monetaria
del BoJ aprobó, por ocho votos a uno, seguir ampliando la base monetaria
a un ritmo anual de unos 80 billones de yenes (677.462 millones de
euros/763.458 millones de dólares).
Este agresivo plan expansivo fue activado en abril de 2013 para
lograr una inflación estable de en torno al 2 por ciento que termine con
casi dos décadas de deflación.
Entre los riesgos para la economía nipona mencionados en el
comunicado emitido al término de la junta se mencionó el "problema de
deuda y el momento que viven la actividad económica y los precios en
Europa, además de los riesgos geopolíticos", en referencia a la
posibilidad de que se imponga el "brexit".
Con respecto a la economía nipona, el BoJ considera que ésta sigue
"recuperándose moderadamente" pese a la reciente ralentización de la
producción y las exportaciones ante el frenazo de las emergentes.
El consumo se ha mostrado "resistente", aunque "se han observado desarrollos relativamente débiles en algunos indicadores".
La entidad también indicó que, merced a la caída del petróleo, los
efectos de su programa permanecen neutralizados y el actual IPC
permanece "en torno al 0 por ciento".
El BoJ también decidió, por siete votos a dos, mantener la tasa que
aplica a ciertos depósitos de los bancos en el -0,1 por ciento.
De cara a estimular el crédito y el consumo, el BoJ activó en febrero esta tasa negativa.
Sin embargo, la medida ha afectado también a los tipos a largo plazo y
a los rendimientos del bono soberano nipón a 10 años, que han entrado
también en terreno negativo, al tiempo que los bancos creen que la
medida pesará recortará sus beneficios.
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