BERLÍN.- En España, como en
otros países del sur de Europa, el desempleo de larga duración es ya un
"problema estructural" y no una cuestión coyuntural fruto de la crisis,
alerta un estudio de la fundación Bertelsmann publicado hoy.
El informe asegura que en el sur de Europa la lacra del desempleo de
larga duración -al menos 12 meses sin trabajo- ha alcanzado unos
"niveles preocupantes", y destaca que en España, Grecia y Croacia es
donde se ha hecho crónica de forma más significativa.
Así, en estos tres países supera el 10 % de la población activa y, al
contrario que en el resto de los 28, afecta también de forma
significativa a personas con cualificaciones medias y altas.
Si en el conjunto de la UE un 4,3 % de la población en edad laboral
es desempleada de larga duración, esta tasa es muy superior en Grecia
(17,7 %), España (10,8 %) y Croacia (10,4 %), y muy inferior en Reino
Unido o Suecia (1,5 %) y Luxemburgo (1,6 %).
El documento advierte asimismo de que "la magnitud de la crisis del
empleo" trasciende estas cifras y destaca el "claro desequilibrio entre
el norte y el sur" de la Unión Europea.
"En algunos países, el paro de larga duración se ha convertido en un
fenómeno masivo que hace peligrar la recuperación económica de Europa",
advirtió en un comunicado Aart de Geus, presidente de la Junta Directiva
de la Fundación Bertelsmann.
A su juicio, este tipo de paro "no solo es perjudicial para los
presupuestos públicos, sino también para las personas que permanecen
demasiado tiempo sin perspectivas", porque pierden "la confianza en la
política y en la economía de mercado".
El estudio añade que estas cifras oficiales ignoran al importante
número de personas en edad de trabajar que, por estar en cursos de
formación o por haber desistido completamente, no están incluidas en
estas estadísticas.
En estas circunstancias, el documento propone la puesta en marcha de
más iniciativas públicas para fomentar que regresen al mercado laboral
los desempleados de larga duración.
El informe destaca que la inversión pública en estos programas en los
países del sur de Europa es "baja" y en algunos casos "decreciente".
"La política debe intervenir de una vez por todas para aprovechar este potencial desaprovechado", argumenta De Geus.
En los últimos años, el número de trabajadores de la UE que llevan al
menos un año sin empleo se ha multiplicado: de los 22 millones de
desempleados en el bloque, más del 48 % llevan un año sin trabajar y
cerca de un 33 % dos años inactivos.
Desde 2008, el índice de desempleados de larga duración casi se ha
duplicado y se ha incrementado desde el 2,5 % de entonces hasta el 4,3
%.
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