MADRID.- El Ibex 35 español ha firmado la mayor caída de su historia tras conocerse el
apoyo mayoritario de los británicos a la posibilidad de que Reino Unido
abandone la Unión Europea. El selectivo español se ha desplomado un
12,35% al cierre de la sesión de este viernes, hasta los 7.787,7 puntos
básicos.
El escenario más inesperado se ha hecho realidad: con el Brexit sobre
la mesa, los mercados bursátiles han vivido una de las peores jornadas
de toda su historia. Pero, sobre todo, lo están sufriendo las acciones
de las empresas con negocios en Reino Unido. Esto es, los bancos. Y no
consiguen remontar. Las
dos grandes entidades españolas con posiciones en las islas británicas
se han desplomado casi un 20%. Tanto Sabadell -propietario de TNS- y
Santander -con un cuarto de su cuenta de resultados pendiente del
mercado anglosajón- ceden posiciones y arrastran al resto de valores del mercado.
El Ibex-35 ha vivido su propio viernes negro al acumular las mayores
pérdidas de todo el continente europeo. El indicador se ha dejado
finalmente más de un 12%. Aunque en los primeros minutos de la sesión
llegó a perder un 16% con respecto al cierre de ayer, después se relajó
con cesiones del 10%. Y es que, todos los bancos han ejercido presión a
la baja. Las miradas dudaban ya en los últimos meses sobre la situación
que viven las entidades españolas, y ahora, con el jarro de agua fría
desde Reino Unido, los inversores no apuestan por el sector, que verá
mermado su negocio. Junto a Sabadell y Santander, caen de forma considerable los títulos de Bankia (-20,7%), CaixaBank (-18,1%), BBVA (-16,1%) y Popular (-15,2%).
Pero no solo sufre el sector financiero. También lo han hecho otras
empresas del Ibex-35 con posiciones en Reino Unido. Así, Telefónica
-cuya filial O2 tiene pendiente vender, después del rechado de las
autoridades para hacerlo en su último intento- ha caído un 16%;
Iberdrola, con Scottish Power como principal valuarte del grupo en el
mercado británico, se ha dejado más de un 10%. Y,
sobre todo, la aerolínea IAG -fruto de la fusión entre Iberia y British
Airways- es el valor de la Bolsa que más terreno ha sucumbido al
retroceder casi un 27%.
Algo mejor se han comportado el resto de plazas europeas, a excepción
del MIB italiano, que ha cedido un 12,5%. El FTSE londinense ha perdido
un 2,7%, el CAC francés un 8% y el DAX alemán un 6,8%.
En cualquier caso, no hay ni un solo valor del Ibex-35 que haya
conseguido generar ganancias bursátiles. Todos pierden posiciones sin
excepción. "Lo normal es que entremos en un periodo de volatilidad, ya
que las consecuencias son difícilmente predecibles y tener un horizonte
claro va a llevar mucho tiempo", indica Victor Piero, director de
análisis de BEKA Finance. La incertidumbre es el peor de los escenarios
para los inversores. Y
así lo muestra la evolución del coste de la deuda española, que se ha
disparado un 20% desde el inicio de la sesión. La prima de riesgo
alcanza los 168 puntos básicos, un nivel que no veía desde el pasado mes
de marzo del año 2014. El bono más beneficiado vuelve a ser el
alemán, que se ha convertido en refugio para estas ocasiones de
volatilidad: su interés profundiza por debajo del 0% y se encuentra en
el -0,075%, lo que supone un retroceso superior al 175% con respecto al
cierre de ayer.
En el mercado de divisas, la libra esterlina también se derrumba y lo hace casi un 5% hasta los 1,24 euros. Con
esta depreciación, las inversiones de las compañías españolas -y de
todo el mundo- en Reino Unido comienzan a devaluarse. Es el valor más
bajo de la moneda británica desde el año 1985. Por su parte, el euro
cae frente al dólar casi un 2% hasta los 1,11. La divisa norteamericana
puede ser la que mejor se comporte frente a este derrumbe de los
mercados.
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