KABUL.- La recaudación de
impuestos en Afganistán aumentó cerca de un 350 % desde el inicio del
conflicto con la invasión estadounidense en 2001, al pasar de 425
millones de dólares en 2002 a 1.900 millones el pasado año, en un país
profundamente dependiente de la ayuda internacional.
Los ingresos públicos domésticos registraron por su parte una fuerte
subida en 2015, de un 21 % en relación al año previo, tras la
implementación de una serie de medidas anticorrupción por parte del
Gobierno, informó hoy el presidente afgano, Ashraf Gani, en su cuenta de
twitter.
Las reformas de 2014, año en que llegó al poder el Gobierno de unidad
presidido por Gani, se tradujeron hasta el momento en el despido por
corrupción de un 25 % de los oficiales aduaneros del país, según un
gráfico difundida por el dirigente.
Las cifras son un adelanto de un informe que está siendo preparado
por el Ministerio de Hacienda, explicó el portavoz de ese
departamento, Ajmal Rahimzai, sin ofrecer más detalles.
Afganistán es el tercer país más corrupto del mundo y su economía,
fuertemente dependiente de la ayuda internacional y debilitada por la
creciente inseguridad e inestabilidad política, creció el pasado año un
1,5 %, según estimaciones del Banco Mundial.
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