MADRID.- El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), José
Álvarez, reclamó hoy a la clase política española un gran pacto social,
que permita una sociedad más justa y equilibrada.
"No soy un radical, pero la sociedad se está radicalizando como
consecuencia de un mal reparto de la riqueza", advirtió el líder de la
UGT, una de las dos organizaciones sindicales mayoritarias de este país
europeo junto a Comisiones Obreras (CC.OO.).
En esa línea, pidió que se hable menos de cargos y más de proyectos, lo cual, a su juicio, restablecería la confianza entre la ciudadanía y la vida política.
Álvarez manifestó que ese posible nuevo pacto social debería contemplar que en el Congreso de los Diputados se responda a los compromisos electorales.
Entre ellos mencionó un plan de choque por el empleo con recursos públicos, en un país con cuatro millones de desempleados, un aumento del salario mínimo, un gran acuerdo por la educación y la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Bautizada popularmente como Ley Mordaza y aprobada por el ejecutivo conservador de Mariano Rajoy, esa norma entró en vigor en julio de 2015 pese al rechazo del resto de partidos con representación parlamentaria y de un amplio grupo de colectivos sociales.
La oposición acusó entonces a la derecha gobernante de crear un Estado policial, sobre todo, porque las fuerzas de seguridad tendrán ahora capacidad para imponer sanciones administrativas que antes quedaban en manos de un juez.
En un coloquio organizado por Nueva Economía Fórum, Álvarez extendió sus críticas al sector financiero, al que tachó de ingrato y le dijo que no debería olvidar "de dónde viene ni las ayudas que recibió de España".
Al respecto, lamentó que quien fue responsable de buena parte de los problemas económicos de esta nación ibérica, en referencia a las entidades bancarias, ahora presente ajustes en sus plantillas y cierre oficinas de manera injustificada.
El sindicalista apostó por un pacto social que tenga en cuenta las "20 actuaciones urgentes para el progreso y el desarrollo", trasladadas por UGT y CC.OO. a los partidos antes de las elecciones para que las incorporasen en su agenda.
Insistió en que la situación del empleo es insoportable y las políticas de austeridad socavaron el Estado del bienestar, por lo que ahora, enfatizó, es necesario establecer un pacto social para un reparto más equitativo de los recursos.
En esa línea, pidió que se hable menos de cargos y más de proyectos, lo cual, a su juicio, restablecería la confianza entre la ciudadanía y la vida política.
Álvarez manifestó que ese posible nuevo pacto social debería contemplar que en el Congreso de los Diputados se responda a los compromisos electorales.
Entre ellos mencionó un plan de choque por el empleo con recursos públicos, en un país con cuatro millones de desempleados, un aumento del salario mínimo, un gran acuerdo por la educación y la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Bautizada popularmente como Ley Mordaza y aprobada por el ejecutivo conservador de Mariano Rajoy, esa norma entró en vigor en julio de 2015 pese al rechazo del resto de partidos con representación parlamentaria y de un amplio grupo de colectivos sociales.
La oposición acusó entonces a la derecha gobernante de crear un Estado policial, sobre todo, porque las fuerzas de seguridad tendrán ahora capacidad para imponer sanciones administrativas que antes quedaban en manos de un juez.
En un coloquio organizado por Nueva Economía Fórum, Álvarez extendió sus críticas al sector financiero, al que tachó de ingrato y le dijo que no debería olvidar "de dónde viene ni las ayudas que recibió de España".
Al respecto, lamentó que quien fue responsable de buena parte de los problemas económicos de esta nación ibérica, en referencia a las entidades bancarias, ahora presente ajustes en sus plantillas y cierre oficinas de manera injustificada.
El sindicalista apostó por un pacto social que tenga en cuenta las "20 actuaciones urgentes para el progreso y el desarrollo", trasladadas por UGT y CC.OO. a los partidos antes de las elecciones para que las incorporasen en su agenda.
Insistió en que la situación del empleo es insoportable y las políticas de austeridad socavaron el Estado del bienestar, por lo que ahora, enfatizó, es necesario establecer un pacto social para un reparto más equitativo de los recursos.
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