jueves, 14 de julio de 2016

Más de un millón de uruguayos se adhieren a la huelga general, según los sindicatos

MONTEVIDEO.- La huelga general convocada para hoy por la central sindical de Uruguay PIT-CNT fue apoyada por "prácticamente la totalidad del movimiento social y popular", con un acatamiento de "muchísimo más de un millón" de trabajadores, dijo hoy el secretario general de la entidad, Marcelo Abdala.

Consultado por la prensa tras un acto en Montevideo, Abdala afirmó tener la percepción de que el paro de hoy fue "más grande" que el realizado el pasado 6 de agosto, que según los sindicatos se trató de la paralización de actividades con mayor repercusión desde el restablecimiento de la democracia y la legalización de los sindicatos al final de la dictadura cívico-militar en 1985.
En ese sentido, Abdala afirmó a la prensa que la medida alcanzó a "prácticamente todo el ambiente laboral central del país", con suspensión total de actividades en sectores de la economía como "la industria, la construcción, la administración central, las oficinas públicas, la educación, los puertos y el transporte".
En el mismo sentido, el presidente de esa organización, Fernando Pereira, dijo esta mañana al diario El Observador de Montevideo que el acatamiento del paro ha sido "formidable".
"Hemos recorrido varias zonas de Montevideo y hemos estado en contacto con zonas del interior del país y estamos ante un paro contundente", afirmó el sindicalista a ese periódico, mientras caminaba por un barrio de la capital uruguaya para constatar el nivel de seguimiento de la huelga.
"Contundente es ver la terminal (de autobuses) del Cerro (al sur de Montevideo) prácticamente vacía y los pocos ómnibus (autobuses) que había iban manejados por sus patrones sin gente dentro, así que estamos ante un acatamiento formidable", continuó.
Tras haber realizado un paro general de cuatro horas el pasado 29 de julio, el PIT-CNT convocó a uno de 24 horas con las mismas reivindicaciones, en especial pedir al Gobierno que modifique las pautas salariales y que ajuste los sueldos a la inflación, que se situó en el 10,94 % en el acumulado de los últimos 12 meses.
En ese sentido, el sindicato pide que adopte una corrección anual de las pautas salariales, y no cada dos años como quiere el Gobierno.
En el germen de la protesta se encuentran también las medidas establecidas por el Ejecutivo para reducir el déficit fiscal, cercano actualmente al 4 % del PIB, incluidas en el proyecto de ley de Rendición de Cuentas y que contemplan un aplazamiento de algunas partidas de gasto público y modificaciones impositivas.
Pereira cifró en torno a 900.000 personas el nivel de seguimiento de la huelga e indicó que los trabajadores no se han adherido por disciplina sino por convicción.
"(Secundan la huelga) por trabajo, por salario, por inversión pública, por generar una situación mejor para las jubilaciones y las pensiones de menos ingresos... Creo que la gente ha entendido nuestros planteamientos y a las pruebas nos remitimos: el movimiento en la ciudad es menor que un domingo", expresó Pereira.
El presidente del sindicato indicó que "es necesario que el Gobierno" entienda que el paro "es una señal de negociación" para "modificar las pautas salariales, no postergar el gasto público y atender la seguridad social".
"De no resolverse se va a transformar en una conflictividad gigantesca porque sé cómo se están preparando los sindicatos", aseveró.

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