MONTEVIDEO.- La huelga general
convocada para hoy por la central sindical de Uruguay PIT-CNT fue
apoyada por "prácticamente la totalidad del movimiento social y
popular", con un acatamiento de "muchísimo más de un millón" de
trabajadores, dijo hoy el secretario general de la entidad, Marcelo
Abdala.
Consultado por la prensa tras un acto en Montevideo, Abdala afirmó
tener la percepción de que el paro de hoy fue "más grande" que el
realizado el pasado 6 de agosto, que según los sindicatos se trató de la
paralización de actividades con mayor repercusión desde el
restablecimiento de la democracia y la legalización de los sindicatos al
final de la dictadura cívico-militar en 1985.
En ese sentido, Abdala afirmó a la prensa que la medida alcanzó a
"prácticamente todo el ambiente laboral central del país", con
suspensión total de actividades en sectores de la economía como "la
industria, la construcción, la administración central, las oficinas
públicas, la educación, los puertos y el transporte".
En el mismo sentido, el presidente de esa organización, Fernando
Pereira, dijo esta mañana al diario El Observador de Montevideo que el
acatamiento del paro ha sido "formidable".
"Hemos recorrido varias zonas de Montevideo y hemos estado en
contacto con zonas del interior del país y estamos ante un paro
contundente", afirmó el sindicalista a ese periódico, mientras caminaba
por un barrio de la capital uruguaya para constatar el nivel de
seguimiento de la huelga.
"Contundente es ver la terminal (de autobuses) del Cerro (al sur de
Montevideo) prácticamente vacía y los pocos ómnibus (autobuses) que
había iban manejados por sus patrones sin gente dentro, así que estamos
ante un acatamiento formidable", continuó.
Tras haber realizado un paro general de cuatro horas el pasado 29 de
julio, el PIT-CNT convocó a uno de 24 horas con las mismas
reivindicaciones, en especial pedir al Gobierno que modifique las pautas
salariales y que ajuste los sueldos a la inflación, que se situó en el
10,94 % en el acumulado de los últimos 12 meses.
En ese sentido, el sindicato pide que adopte una corrección anual de
las pautas salariales, y no cada dos años como quiere el Gobierno.
En el germen de la protesta se encuentran también las medidas
establecidas por el Ejecutivo para reducir el déficit fiscal, cercano
actualmente al 4 % del PIB, incluidas en el proyecto de ley de Rendición
de Cuentas y que contemplan un aplazamiento de algunas partidas de
gasto público y modificaciones impositivas.
Pereira cifró en torno a 900.000 personas el nivel de seguimiento de
la huelga e indicó que los trabajadores no se han adherido por
disciplina sino por convicción.
"(Secundan la huelga) por trabajo, por salario, por inversión
pública, por generar una situación mejor para las jubilaciones y las
pensiones de menos ingresos... Creo que la gente ha entendido nuestros
planteamientos y a las pruebas nos remitimos: el movimiento en la ciudad
es menor que un domingo", expresó Pereira.
El presidente del sindicato indicó que "es necesario que el Gobierno"
entienda que el paro "es una señal de negociación" para "modificar las
pautas salariales, no postergar el gasto público y atender la seguridad
social".
"De no resolverse se va a transformar en una conflictividad
gigantesca porque sé cómo se están preparando los sindicatos", aseveró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario