domingo, 17 de julio de 2016

La asonada militar tensa las relaciones entre Turquía y EE UU

ANKARA.- El fallido golpe de Estado en Turquía ha tensado las relaciones entre Ankara y Washington. El motivo es el papel que el Gobierno de Recip Tayyip Erdogan adjudica en la asonada al predicador conservador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y al que el Ejecutivo turco culpa de estar detrás de lo ocurrido.

El secretario de Estado, John Kerry, le aseguró el sábado al ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavosoglu, que las insinuaciones en torno a un supuesto papel de Estados Unidos en la intentona golpista en Turquía son dañinas para las relaciones entre dos aliados de la OTAN.
Kerry presionó a Turquía para respetar el estado de derecho durante sus investigaciones sobre el golpe, señaló en un comunicado el portavoz del departamento de Estado, John Kirby. "Ha dejado claro que Estados Unidos dará toda la asistencia a las autoridades turcas para que conduzcan la investigación, pero las insinuaciones publicas sobre un papel de Estados Unidos en el golpe fallido son completamente falsas y dañinas para las relaciones bilaterales", comunicó Kirby.
Ayer, Erdogan solicitó a Washington que entregue a Güllen. "Estados Unidos debe extraditar a esa persona", manifestó en un discurso ante miles de partidarios en Estambul.
El presidente estadounidense, Barack Obama, exhortó ayer a todas las partes en Turquía a "respetar el Estado de derecho", según un comunicado divulgado por la Casa Blanca. "El presidente y su equipo lamentaron la pérdida de vidas humanas y destacaron la necesidad vital para todas las partes en Turquía de actuar dentro del respeto al Estado de derecho y evitar toda acción que pueda suscitar nuevos hechos de violencia o de inestabilidad", señala el texto.
El Gobierno turco anunció el arresto de cerca de 3.000 soldados, entre ellos oficiales de alto rango. Las autoridades judiciales turcas anunciaron que 2.745 jueces en todo el país iban a ser relevados de sus funciones tras la intentona golpista.
Como hizo el viernes, Obama, que se reunió el sábado con sus consejeros de seguridad, reiteró "el apoyo incondicional de Estados Unidos al Gobierno civil, democráticamente electo de Turquía". Ankara es un socio estratégico de Estados Unidos, ya sea como miembro de la OTAN o como base para lanzar los bombarbeos aéreos contra el grupo terrorista Daesh. Obama destacó además "los desafíos compartidos (entre Turquía y Estados Unidos) que requerirán de la cooperación continua de Turquía, incluyendo los esfuerzos comunes en la lucha contra el terrorismo".
Pero un tema que los distancia es el apoyo estadounidense a los rebeldes kurdos que combaten en Siria, que para Ankara no son más que representantes de los separatistas kurdos con los cuales mantiene una guerra despiadada en su país.
Estados Unidos realiza una parte importante de sus operaciones aéreas contra el grupo terrorista Daesh desde la base de Incirlik, en el sur de Turquía. Unos 1.500 militares y personal civil de defensa estadounidense están estacionados en esa base, y unos 2.200 en el conjunto del país. Las misiones aéreas estadounidenses contra el Daesh desde esa base fueron suspendidas por el cierre del espacio aéreo turco, informó el sábado el Pentágono. Pero el Gobierno estadounidense "trabaja con los turcos para retomar las operaciones lo más pronto posible", señaló en un comunicado el portavoz del Pentágono, Peter Cook.

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