martes, 26 de julio de 2016

El Gobierno argentino defiende un descenso gradual de inflación para evitar daños

BUENOS AIRES.- El jefe del Gabinete de Ministros de Argentina, Marcos Peña, aseguró hoy que si bien el objetivo del Gobierno es conseguir bajar la inflación, remarcó que es necesario que la bajada sea "gradual" y no "de un día para el otro", ya que el efecto para la economía "sería muy dañino".

"Percibimos claramente que se está en un proceso de desaceleración y se va a ir profundizando mes a mes", señaló Peña en una rueda de prensa en Casa de Gobierno en Buenos Aires, luego de la reunión semanal del Gabinete, encabezada por el presidente Mauricio Macri.
Los precios al consumidor en Argentina subieron en junio un 3,1 % respecto a mayo pasado, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Se trata de la segunda medición difundida por el Indec, que suspendió la presentación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) tras la reforma implementada con la llegada de Macri a la Presidencia en diciembre pasado.
El primer dato, la inflación en mayo, fue del 4,2 % respecto al mes anterior.
"Es muy importante porque la tendencia ya cambió y vamos a ir viendo mes a mes que se va profundizando esa baja, que sabíamos que iba a ocurrir en el segundo semestre pero que definimos que sea una baja gradual, no de un día para el otro porque el efecto para la economía sería muy dañino", aseveró Peña.
Al respecto, insistió en que la baja "se va a ir percibiendo mes a mes" y se va a ver "claramente" un segundo semestre con una inflación "más baja que en el primero".
El jefe de Gabinete, que compareció junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, también se refirió a la controversia suscitada por las prácticas comerciales ilegales en la venta al público de aceite comestible verificadas luego de que se anunciara que el precio de ese producto aumentará.
"Hemos comunicado que hay un problema específico que no tiene que ver con la cuestión económica en general sino con un problema del sector y el estado está interviniendo para evitar que haya problemas de abastecimiento o abuso de algún proveedor", dijo Peña.
Asimismo, quiso aclarar que algunas de las noticias publicadas al respecto de "grandes aumentos en el aceite no estaban fundamentadas" y aseveró que se trata de aumentos más bajos.
La Cámara de la Industria Aceitera explicó ayer que solo el 20 % del mercado total de aceites de uso doméstico va a aumentar un 30 % a partir de agosto: los de girasol, soja y mezcla que van en envases de menos de 5 litros, y negó que el precio se vaya a "triplicar", como denunciaron algunas organizaciones sociales y sindicales.
La Dirección Nacional de Defensa del Consumidor aclaró ayer que la venta de un producto no puede estar supeditada a la compra de otro y advirtió que una maniobra de ese tipo viola la ley de defensa del consumidor y la ley de lealtad comercial.
Este tipo de prácticas y el aumento de los precios de venta comenzaron a darse luego de que la semana pasada los fabricantes de aceite de soja, de girasol y mezcla anunciaran que los valores de esos productos se incrementarán cerca de un 30 % a partir de agosto.
La Federación de Aceiteros explicó que hasta diciembre existió un fideicomiso privado -financiado por las empresas y el Estado desde 2008- para subsidiar el precio de estos productos que se terminó con la llegada de Macri al poder y el establecimiento de un supuesto acuerdo con las "grandes corporaciones" del sector.
"Venimos de una economía muy dañada y estamos trabajando todos los meses para ayudar a que entre en ritmo esa economía", afirmó hoy Peña.

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