BUENOS AIRES.- El jefe del Gabinete
de Ministros de Argentina, Marcos Peña, aseguró hoy que si bien el
objetivo del Gobierno es conseguir bajar la inflación, remarcó que es
necesario que la bajada sea "gradual" y no "de un día para el otro", ya
que el efecto para la economía "sería muy dañino".
"Percibimos claramente que se está en un proceso de desaceleración y
se va a ir profundizando mes a mes", señaló Peña en una rueda de prensa
en Casa de Gobierno en Buenos Aires, luego de la reunión semanal del
Gabinete, encabezada por el presidente Mauricio Macri.
Los precios al consumidor en Argentina subieron en junio un 3,1 %
respecto a mayo pasado, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística
y Censos (Indec).
Se trata de la segunda medición difundida por el Indec, que suspendió
la presentación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) tras la
reforma implementada con la llegada de Macri a la Presidencia en
diciembre pasado.
El primer dato, la inflación en mayo, fue del 4,2 % respecto al mes anterior.
"Es muy importante porque la tendencia ya cambió y vamos a ir viendo
mes a mes que se va profundizando esa baja, que sabíamos que iba a
ocurrir en el segundo semestre pero que definimos que sea una baja
gradual, no de un día para el otro porque el efecto para la economía
sería muy dañino", aseveró Peña.
Al respecto, insistió en que la baja "se va a ir percibiendo mes a
mes" y se va a ver "claramente" un segundo semestre con una inflación
"más baja que en el primero".
El jefe de Gabinete, que compareció junto al ministro del Interior,
Rogelio Frigerio, también se refirió a la controversia suscitada por las
prácticas comerciales ilegales en la venta al público de aceite
comestible verificadas luego de que se anunciara que el precio de ese
producto aumentará.
"Hemos comunicado que hay un problema específico que no tiene que ver
con la cuestión económica en general sino con un problema del sector y
el estado está interviniendo para evitar que haya problemas de
abastecimiento o abuso de algún proveedor", dijo Peña.
Asimismo, quiso aclarar que algunas de las noticias publicadas al
respecto de "grandes aumentos en el aceite no estaban fundamentadas" y
aseveró que se trata de aumentos más bajos.
La Cámara de la Industria Aceitera explicó ayer que solo el 20 % del
mercado total de aceites de uso doméstico va a aumentar un 30 % a partir
de agosto: los de girasol, soja y mezcla que van en envases de menos de
5 litros, y negó que el precio se vaya a "triplicar", como denunciaron
algunas organizaciones sociales y sindicales.
La Dirección Nacional de Defensa del Consumidor aclaró ayer que la
venta de un producto no puede estar supeditada a la compra de otro y
advirtió que una maniobra de ese tipo viola la ley de defensa del
consumidor y la ley de lealtad comercial.
Este tipo de prácticas y el aumento de los precios de venta
comenzaron a darse luego de que la semana pasada los fabricantes de
aceite de soja, de girasol y mezcla anunciaran que los valores de esos
productos se incrementarán cerca de un 30 % a partir de agosto.
La Federación de Aceiteros explicó que hasta diciembre existió
un fideicomiso privado -financiado por las empresas y el Estado desde
2008- para subsidiar el precio de estos productos que se terminó con la
llegada de Macri al poder y el establecimiento de un supuesto acuerdo
con las "grandes corporaciones" del sector.
"Venimos de una economía muy dañada y estamos trabajando todos los
meses para ayudar a que entre en ritmo esa economía", afirmó hoy Peña.
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