lunes, 11 de julio de 2016

El nuevo paquete de estímulo que prepara Japón dispara la Bolsa de Tokio

TOKIO.- El paquete de estímulo que prepara el Gobierno japonés a raíz de la contundente victoria del partido del primer ministro, Shinzo Abe, en las elecciones al Senado entusiasmó hoy a los inversores de la Bolsa de Tokio, que cosechó su mayor subida en tres meses.

El resultado de los comicios celebrados en la víspera se interpretó como un espaldarazo para el llamado "Abenomics", el programa de reforma económica abanderado por el jefe de Gobierno nipón, que apuesta por el estímulo monetario a gran escala y un contundente gasto público.
Aunque la desaceleración china, la caída de los precios del petróleo o el encarecimiento del yen -que perjudica el músculo exportador nipón- han difuminado los efectos que hasta ahora había tenido "Abenomics", los japoneses parece que quieren seguir apostando por la contundencia de esta vía.
Con una inflación prácticamente nula y un consumo -principal motor de la tercera economía mundial- que no acaba de tomar impulso, la plaza tokiota ansiaba un movimiento flexibilizador adicional por parte del Banco de Japón (BoJ) al igual que un paquete de estímulo fiscal, especialmente después del "brexit".
Aunque la victoria del Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe se daba por hecha, la contundencia del resultado (que cimenta el dominio de la coalición gobernante) llenó hoy de entusiasmo a primera hora la Bolsa de Tokio.
Después, la intervención de Abe en rueda de prensa disipó las dudas sobre la apuesta por el estímulo que el primer ministro ya había sugerido durante la pasada cumbre del G7 y esto contribuyó a acelerar la subida del selectivo Nikkei, que acabó un 3,98 por ciento al alza.
"Mi Gobierno ha recibido el mandato de acelerar 'Abenomics'. Creemos que la gente nos ha pedido que dinamicemos la economía e implementemos nuevas medidas para ello", afirmó el mandatario nipón tras explicar que su Gabinete compilara una batería de medidas de estímulo que se presentarán ante el Parlamento en agosto.
La Administración Abe tendría como objetivo establecer un paquete, que incluye préstamos al sector privado, por valor de más de 10 billones de yenes (89.120 millones de euros/98.450 millones de dólares), según adelantó una fuente gubernamental al diario Nikkei.
Entre las medidas que se barajan está un plan de infraestructuras diseñado para potenciar la exportación de productos agrícolas y para atraer a más turistas en un momento en el que Japón quiere duplicar para 2020 el número de extranjeros que visitan el país hasta los 40 millones anuales.
También se contemplan medidas para atajar problemas cada vez más acuciantes para la tercera economía mundial: el envejecimiento de la población y la baja natalidad.
En este sentido, se promovería la expansión del número de guarderías y se mejorarían sustancialmente las condiciones de los profesionales que trabajan en el cuidado de niños y en el de mayores dependientes.
Algunos analistas han dudado sobre la idoneidad de activar este estímulo puesto que Japón, el país más endeudado del mundo desarrollado, apenas había empezado a sanear su fiscalidad en los últimos años.
De hecho, para financiar este presupuesto extraordinario el Gabinete estudiará realizar la primera emisión extraordinaria de deuda en cuatro años.
A la plaza financiera nipona, en cambio, el anuncio le ha parecido un paso enérgico que puede contribuir a que Japón salga del estancamiento económico y de un ciclo deflacionario de casi dos décadas.

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