BRUSELAS.- La Comisión Europea ha
decidido cancelar la multa de 2.000 millones (0,2% del PIB) que debía
imponer a España por haber incumplido el déficit de 2015. También a
Portugal, el otro país en la picota. Una decisión que ha pillado por
sorpresa a todos ya que se esperaba al menos una multa de en torno a 200
ó 300 millones a cambio del segundo año para bajar el déficit del 3%,
una decisión también adoptada.
«Somos una Comisión política», ha recalcado un alto cargo. «Hemos
respetado plenamente las reglas», ha recalcado el comisario de Asuntos
Económicos, Pierre Moscovici. «Las sanciones no hubieran permitido
corregir el pasado y las poblaciones de España y Portugal, que han
sufrido mucho, no lo entenderían», apostilló.
El estigma hubiera sido enorme ya que suponía ser el primer Estado
miembro multado por saltarse el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Desde 1999, como desvela un estudio del Instituto Ifo alemán, se ha
vulnerado 165 veces. De ellas, 114 fueron en años en los que no había
recesión y de estos 114 incumplimientos, Francia la que lidera la
clasificación con 11, seguida de Grecia, Portugal y Polonia (10), Reino
Unido (9), Italia (8), Hungría (7) y Alemania (5). España, por cierto,
sólo lo hizo 4.
El pesimismo reinaba al inicio de la reunión del Colegio de
Comisarios ya que en las últimas horas, el dilema sobre multa sí o no
había quedado reducido a cuál será el importe de la multa. Se hablaba de
un máximo de 500 millones, de que fuera simbólica, pero al final,
cancelada, tal y como siempre había dicho el ministro de Economía en
funciones, Luis de Guindos, que se jugaba mucho en esta decisión. Al
menos, su credibilidad.
La decisión, no obstante, debe ser ratificada por el consejo de
ministros de Finanzas (Ecofin) en el plazo máximo de 10 días. No se
esperan grandes batallas políticas, sobre todo si se confirma que como
dijo De Guindos, Alemania, Francia e Italia no quieren la multa.
Fondos estructurales
Respecto a la nueva senda fiscal propuesta, lo más relevante para el
país, el Ejecutivo liderado por Jean-Claude Juncker ha confirmado que
serán dos años en lugar de uno, hasta 2018, pero esto no evitará que se
tenga que hacer un enorme ajuste en 2017. La ausencia de un Gobierno ha
sido clave. Bruselas se ha puesto en lo peor y cree que el déficit de
este año cerrará en el 4,6%. Sin embargo, pedirá bajar hasta el 3,1% el
próximo año, lo que supondrá un ajuste de unos 15.000 millones, como
desvela hoy este diario. Para 2018, la meta es el 2,2%. Y ahora, habrá
que cumplir sí o sí.
Para septiembre queda la otra parte de la sanción. Se trata de la
congelación temporal de fondos estructurales por una cantidad superior a
mil millones, según distintas fuentes. Moscovici ha advertido de que en
octubre volverán a citarse con España y esperan que en el proyecto de
presupuestos de 2017 estén incluidos todos los ajustes necesarios. Si no
lo hacen, la congelación de los fondos será real.
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