domingo, 17 de julio de 2016

Erdogan certifica la derrota total de los golpistas y agudiza en Turquía la purga de sus adversarios


ANKARA/ATENAS.- El primer ministro turco y líder del partido islamista AKP, Benali Yildirim, ha asegurado hoy en una declaración televisada que el intento golpista del viernes "ha fracasado" y "ha terminado al cien por cien". Si bien, militares golpistas y fuerzas leales al presidente turco han mantenido este domingo nuevos enfrentamientos en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Sabiha Gokçen, el segundo más importante de Estambul. 

Fuentes oficiales han informado de que las fuerzas de seguridad realizaron varios disparos de advertencia cerca del aeropuerto, pero los golpistas no han respondido al fuego y que ya se estarían produciendo las primeras detenciones.
El mandatario ha destacado que todo ha terminado, aunque ha instado a la gente a mantenerse en las plazas públicas durante las noches. "En 81 provincias debemos mantener la vigilancia por nuestra democracia. Vida normal durante el día y vigilar la democracia y fiesta democrática por la noche. Esto seguirá así durante tiempo", ha manifestado Yildirim. "El golpe ha sido prevenido al cien por ciento. La vida comercial y social ha vuelto a la normalidad. El sistema bancario funciona con normalidad, el banco central, todas las instituciones financieras funcionan sin restricciones", ha asegurado.
El Ministerio de Exteriores turco ha actualizado el balance de víctimas mortales. "Más de 100 conspiradores golpistas murieron. Las operaciones continúan. Desafortunadamente, más de 190 de nuestros ciudadanos hallaron la muerte", señala la nota de prensa que cifra en 290 el número de personas muertas.
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, ha hecho también un nuevo llamamiento a la ciudadanía a mantener ocupadas las plazas de las principales ciudades de Turquía durante la semana que viene tras el golpe militar del viernes. "Esto no es un operativo de doce horas. Esta semana es muy importante. No abandonen las plazas, no se relajen", ha apuntado tras el entierro de varias víctimas del intento golpista.
Mientras tanto, la represión continúa. Unas 6.000 personas se encuentran detenidas, ha señalado el ministro de Justicia, Bekir Bozdag. "La gran limpieza continúa en este momento. Hay unas 6.000 personas detenidas", ha manifestado Bozdag en declaraciones citadas por la agencia de prensa progubernamental Anadolu. La cantidad de detenidos "superará los 6.000", ha agregado el ministro.
Las autoridades turcas han intensificado hoy la ola de detenciones, informan medios locales, que se refieren a decenas de arrestos de generales, jueces y fiscales. Según la agencia de noticias Anadolu, han sido detenidos 52 militares en la base de Denizli, incluyendo un general, mientras que en la base de la OTAN de Incirlik ha sido detenida una docena de soldados, incluyendo otro general. Por su parte, ocho generales de la Fuerza Área, que estaban supuestamente en una lista para ser comandantes regionales en el caso de un golpe exitoso, fueron detenidos anoche en el aeropuerto de Sabiha Gokcen, en la parte asiática de Estambul. Desde allí fueron trasladados al departamento antiterrorista de la policía de Estambul para ser interrogados. Entre los detenidos figura también el coronel Ali Yazici, asistente militar personal de Erdogan, según la cadena privada CNNTürk. De acuerdo con el diario digital opositor T24, Yazici se hallaba en Ankara la noche del viernes al sábado, cuando tuvo lugar el intento de golpe, y no acompañaba a Erdogan durante su estancia vacacional en un hotel de la localidad de Marmaris. Otro arrestado es el general Ismail Güneser, que ocupó ese mismo cargo bajo el presidente Abdullah Gül, entre 2008 y 2012. 
Según la emisora de noticias NTV, en total han sido detenidos ya 34 generales del Ejército turco, todos sospechosos de estar involucrados en el golpe. Entre los detenidos hasta ahora destacan los responsables máximos del segundo y tercer ejército, respectivamente, Erdal Öztürk y Adem Huduti. Otro de los arrestados es Akin Öztürk, excomandante de la fuerza aérea, que iba a ser supuestamente el nuevo jefe del Estado Mayor en caso de prosperar el golpe, asegura la prensa. El propio Öztürk ha negado en los primeros interrogatorios cualquier implicación en el golpe, ha informado hoy la emisora CNNTürk.
Los otros militares detenidos, en total casi 3.000 hasta el momento, han empezado a ser interrogados hoy por la Policía. Varios soldados rasos, que estaban haciendo el servicio militar obligatorio en el momento del golpe, han asegurado que no sabían nada de un levantamiento militar. Han indicado que fueron llamados a salir de los cuarteles en lo que pensaban iba a ser un ejercicio militar.

Por otra parte, la agencia de noticias privada Dogan informa de que en el centro y sur del país han sido detenidos hoy un total 136 jueces y fiscales. Ayer se había anunciado el despido de unos 2.700 del estimado total de 15.000 jueces de Turquía. La fiscalía de Ankara, que dirige las investigaciones, los acusa de estar relacionados con la red del predicador conservador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y al que el Gobierno culpa de estar detrás del golpe. El propio Gülen ha rechazado categóricamente ser responsable de la intentona golpista y ha insinuado que ésta podría haber sido organizada por el propio Erdogan. Éste exigió anoche de Estados Unidos la detención y extradición de Gülen a Turquía y hoy ha seguido insistiendo en su papel en la asonada. "El intento de golpe que ha efectuado este grupo terrorista", ha hecho saber el presidente en relación a los partidarios del clérigo, "ha sido sofocado por la voluntad nacional". 
"Seguiremos limpiando este virus de todas las instituciones del Estado", ha prometido.
Gülen, de 75 años, vive en Estados Unidos desde 1999 pero el presidente islamo-conservador le considera artífice de la breve y cruenta intentona golpista que dejó al menos 290 muertos. "Señor presidente se lo digo yo, expulse o entréguenos a esta persona", dijo Erdogan, dirigiéndose al estadounidense Barack Obama, en un discurso pronunciado la noche del sábado ante miles de partidarios en Estambul, evitando sin embargo utilizar en todo momento el nombre de Gülen. El secretario de Estado de EE UU, John Kerry aseguró que su país ayudaría a Ankara a investigar el golpe abortado e invitó al Gobierno turco a presentar pruebas contra Gülen.

Menos de dos días después de la asonada militar, el Gobierno turco tiene control absoluto sobre la práctica totalidad del país, pero fuentes oficiales han reconocido que algunos de los golpistas siguen a la fuga. Se trata de "unos pocos miembros importantes del Ejército", en palabras de estas fuentes, altos cargos bajo el anonimato, "que serán capturadas pronto".
El alborozo reinó la noche del sábado en Estambul, donde los partidarios de Erdogan se echaron masivamente a la calle.
Pero el país, un aliado estratégico para Europa y miembro clave de la OTAN, ha pagado un alto precio por este golpe fallido: 265 muertos y 1.440 heridos. Cerca de 85.000 mezquitas del país tienen previsto un rezo durante la jornada para los "mártires" del golpe de Estado abortado. Señal de que la tensión sigue latente, el departamento de Estado norteamericano desaconsejó el sábado a los estadounidenses viajar a Turquía. Estados Unidos suspendió por otro lado las operaciones aéreas contra el grupo terrorista Daesh en Siria después de que se cerrara el acceso a la base de Incirlik, aunque dichas operaciones han sido reanudadas este domingo. El jefe de esta base aérea, el general de brigada Bekir Ercan Van, fue arrestado el sábado con más de una docena de oficiales de menor grado bajo acusaciones de haber respaldado el golpe de Estado fallido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario