LONDRES.- El nuevo ministro de Finanzas
británico, Philip Hammond, dijo el jueves que hará todo lo necesario
para restaurar la confianza en la economía tras la votación del brexit,
sugiriendo una estrategia menos agresiva para reducir el déficit
presupuestario.
En sus primeras declaraciones públicas desde que
sucedió a George Osborne como ministro, Hammond alabó al gobernador del
Banco de Inglaterra, Mark Carney - con quien se reunirá el jueves - y
dijo que tomaría decisiones a lo largo del verano antes de esbozar sus
planes fiscales y de gasto.
"Los mercados necesitan mensajes de garantía, necesitan
saber que haremos todo lo que sea necesario para mantener encarrilada
la economía" dijo Hammond a la cadena de televisión ITV.
"Estamos trabajando juntos tras la división que ha
provocado el referéndum en el partido para lograr el mejor acuerdo
posible para Reino Unido. Creo que la confianza empezará a volver
gradualmente y la gente comenzará a ver la forma del futuro que estamos
trazando".
Hammond, que previamente ejerció como ministro de
Exteriores, Defensa y Transporte, tiene reputación en Westminster de
persona en la que se puede confiar que casi nunca acapara titulares. Por
el contrario, Osborne era el aliado más estrecho del anterior primer
ministro, David Cameron, y su estratega jefe, convirtiéndole en una de
las figuras políticas más visibles del anterior ejecutivo en los últimos
seis años.
El referéndum del brexit sumió a Reino Unido en una de
sus peores crisis políticas en los tiempos modernos, con los dos
principales partidos inmersos en disputas y los inversores preguntándose
cómo será la futura relación con la UE.
El Banco de Inglaterra está preparado para bajar los
tipos de interés por primera vez en más de siete años, en un intento de
proteger la economía de la sorprendente decisión de los británicos de
salir de la Unión Europea.
En una serie de entrevistas el jueves, Hammond declinó
comprometerse con ninguno de los planes trazados por Osborne tras el
referéndum, incluyendo propuestas para bajar aún más el impuesto de
sociedades.
Pero sugirió que adoptaría una estrategia menos
agresiva para encarrilar las finanzas públicas, haciéndose eco de las
declaraciones de la primera ministra, Theresa May.
"Por supuesto que tenemos que reducir más el déficit
pero estudiar cómo, cuándo y a qué ritmo lo hacemos, y cómo medimos
nuestro progreso al hacerlo es algo que tenemos que considerar a la
vista de las nuevas circunstancias que la economía está afrontando",
dijo a BBC radio.
Hammond también dijo a la BBC que la industria de
servicios financieros de la City de Londres era resistente a corto plazo
pero que Reino Unido no sería complaciente respecto a su futuro y
trataría de asegurar su acceso al mercado único de la UE.
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