FRÁNCFORT.- El euro se estancaba frente al
dólar el miércoles, en un mercado preocupado por la economía europea,
antes de la reunión del Banco Central Europeo (BCE), de la que los inversores esperan la apertura hacia una aceleración
de una política intervencionista que ya afecta a la moneda única.
Hacia las 21:00 GMT, el euro valía 1,1016 dólares contra 1,1023 dólares el martes a la misma hora.
El Banco Central Europeo (BCE) reiterará el jueves su determinación de impedir cualquier degradación
de la economía de la zona euro, pero sin anunciar nuevas medidas a
causa de las incertidumbres del Brexit, estiman analistas.
El BCE
"querrá convencer a los mercados de que en caso de urgencia puede aún
intervenir de manera eficaz", dijo Franck Dixmier, analista de Allianz
Global Investors.
A los riesgos globales -ralentización de los
países emergentes, caída de los precios del petróleo, tensiones
geopolíticas- se suman ahora las incertidumbres provocadas por el
referéndum en el cual los británicos se pronunciaron el 23 de junio a
favor de salir de la Unión Europea (UE).
Los mercados sufrieron dos días de derrumbes tras la consulta, pero fueron recuperando terreno paulatinamente.
"Las
repercusiones de esa decisión sobre el crecimiento de la zona euro aún
son imprevisibles", lo cual debería llevar al BCE a optar por el statu
quo en materia monetaria, afirma Dixmier.
La institución de
Fráncfort adoptó ya un arsenal de iniciativas: tasas de interés de base,
préstamos colosales a los bancos y recompra masiva de deuda en los
mercados secundarios, en el marco de su programa de flexibilización
monetaria.
En junio, empezó a comprar deuda corporativa, por primera vez en su historia.
Sin
embargo, "la probabilidad de nuevas iniciativas en los próximos meses
ha aumentado de manera significativa", afirma Marco Valli, analista de
UniCredit.
La
inflación, muy baja desde hace meses, sigue sin despegar, en una señal
de debilidad de la actividad económica. En junio fue de apenas un 0,1%
interanual, muy por debajo del nivel, "cercano pero inferior al 2%",
considerado por el BCE como ideal para conjugar crecimiento y
estabilidad de precios.
La perspectiva del Brexit, además, podría alejar esa meta.
El
presidente del BCE, Mario Draghi, podría dar algunos indicios sobre las
intenciones de la institución tras la reunión de sus gobernadores, en
una conferencia de prensa a las 12:30 GMT.
Se prestará igualmente
particular atención a cuanto pueda decir sobre la situación de los
bancos europeos, en momentos de fuertes preocupaciones por la solidez
del sector en Italia.
El Gobierno italiano busca ayudar a esos
bancos mediante un mecanismo que no sea descalificado por Bruselas como
un instrumento que falsea la competencia y sin que los ahorradores se
consideren perjudicados.
El fragmentado sistema bancario italiano,
de más de 700 establecimientos, tiene problemas de capitalización y
carga con el peso de 360.000 millones de euros de créditos morosos. El
índice bursátil de los bancos italianos sufrió en los últimos seis meses
un derrumbe del 55%.
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