BRUSELAS.- Es probable que la Comisión Europea proponga el miércoles multar a España y Portugal por incumplir los objetivos de reducción de sus déficit presupuestarios y que les conceda unos nuevos plazos más largos para reconducir sus cuentas públicas.
Si la Comisión decide proponer multas, sería la primera
vez que lo hace desde la creación de las normas presupuestarias de la
UE hace 20 años. Ningún país ha sido multado hasta ahora, a pesar de que
algunos, como Francia, han incumplido las normas de la UE en varias
ocasiones.
"El Colegio (de Comisarios) volverá a abordar mañana la
situación fiscal de España y Portugal," dijo el portavoz de la Comisión
Margaritis Schinas en una rueda de prensa el martes.
"Analizará las medidas que sean necesarias como
consecuencia de la decisión del Consejo de que ninguno de estos países
ha tomado medidas efectivas para corregir su déficit excesivo", dijo.
Bajo las reglas de la UE, los gobiernos no pueden
incurrir en déficit presupuestarios superiores al 3 por ciento del
Producto Interior Bruto, un límite legal que se impuso con el objetivo
de que no se debilite el euro como moneda común debido a un exceso del
endeudamiento público.
Si la brecha pasa por encima del 3 por ciento, la
Comisión establece un plazo para su reducción. Si un gobierno no toma
medidas para cumplir el plazo, puede ser multado.
España tenía que situar el déficit por debajo del 3 por
ciento este año, pero es probable que se mantenga por encima de esa
cota también el año que viene, según las previsiones de la Comisión.
Portugal tenía que reducir su déficit por debajo del 3 por ciento el año pasado, pero el saldo negativo fue del 4,4 por ciento.
Los ministros de Finanzas de la Unión Europea
respaldaron este mismo mes el proceso de sanción por déficit excesivo
contra España y Portugal, tras lo cual el ejecutivo de la UE debe, en
cumplimiento de la normativa, proponer multas equivalentes al 0,2 por
ciento de sus respectivos PIB.
Esto supondría 2.160 millones en el caso de España y unos 358 millones para Portugal.
No obstante, las reglas europeas también dan a la
Comisión la posibilidad de reducir la multa o renunciar a ella,
dependiendo de las circunstancias. Ambos países han enviado cartas a
Bruselas alegando motivos para que no haya sanción.
"No creo que haya una multa completa. La única cosa que
está clara sobre las multas es que no van a ser del 0,2 por ciento
debido a factores atenuantes" dijo una fuente de la UE.
Algunos miembros de la Comisión sostienen que las
multas deben cancelarse por completo, mientras que otros presionan para
que se reduzcan al 0,1 por ciento del PIB o incluso menos, a un
simbólico 0,02 por ciento.
Se trata de una cuestión muy sensible. España tiene un
gobierno en funciones desde diciembre de 2015 y, por tanto, puede
argumentar que no tiene capacidad de maniobra para introducir nuevos
recortes de gastos.
Por otra parte, existe un creciente sentimiento en toda
Europa contra la UE, especialmente respecto a la mano dura de Bruselas
en materia presupuestaria, en un momento en el que muchos economistas
piden más gasto para estimular el crecimiento económico. Una disputa en
este materia podría avivar el fuego.
Por contra, otros argumentan que es necesario mantener
las normas presupuestarias, el denominado Pacto de Estabilidad y
Crecimiento, con el fin de evitar otra crisis de deuda soberana.
En todo caso, la credibilidad de las reglas ya se ha
visto gravemente dañada por la decisión de la Comisión, el año pasado,
de no imponer multas a Francia pese a su repetido incumplimiento
presupuestario.
Aparte de la cuestión de las multas, es probable que la
Comisión proponga el miércoles dar a España dos años más - hasta
finales de 2018 - para situar el déficit por debajo del 3 por ciento. En
el caso de Portugal, es probable que la extensión sea de sólo un año
más, hasta el final de 2016.
Con el fin de ejercer aún más presión sobre los
gobiernos que incumplen las reglas, los ministros de la UE pueden
congelar parcialmente el flujo de los fondos estructurales para ambos
países hasta que se garantice que las dos naciones están tomando medidas
eficaces para reducir sus déficit.
Los fondos estructurales son dinero que los países
menos ricos reciben del presupuesto de la UE para proyectos, desde el
desarrollo de infraestructuras hasta la lucha contra el paro juvenil.
El debate sobre una congelación parcial de los fondos
que normalmente se destinarían a España y Portugal en el año 2017 se
llevará a cabo en septiembre, cuando el Parlamento Europeo - que tiene
que ser consultado - vuelva a la actividad tras el receso veraniego.
Aún se desconoce la cuantía de los fondos que podrían
suspenderse. Con todo, el dinero se puede descongelar rápidamente, por
ejemplo, si los presupuestos de 2017 muestran la intención de cumplir
los compromisos con Bruselas.
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