PARÍS.- Los atentados de 2015 provocaron
una fuerte caída del turismo en París y el de la semana pasada en Niza
amenaza ahora con afectar a toda Francia, en beneficio de otros destinos
como España y Portugal, señalan analistas.
El arribo de turistas a
Francia en vuelos de línea registraba una baja de 5,8% desde enero, con
un fuerte contraste entre París, donde el retroceso era de 11%, y las
ciudades de provincia, donde estaba en alza de 1%, según datos
divulgados por el ministerio de Relaciones Exteriores la víspera del
atentado que el 14 de julio costó la vida a 84 personas en la principal
ciudad de la Costa Azul.
El temor de los atentados cundió en
particular en Japón, con una caída de 50% de la llegada de visitantes de
ese país a los aeropuertos de París entre enero y abril, indicó el
Comité Regional del Turismo.
Los turistas empezaron a desertar la
capital después de los atentados de enero de 2015 contra el diario
satírico Charlie Hebdo y contra un supermercado kósher y los de
noviembre contra la sala de conciertos Le Bataclan y cafés y
restaurantes, así como en las inmediaciones del Estadio de Francia.
"Las
provincias (...) se ven actualmente duramente afectadas. Ya no es solo
París, sino toda Francia que enfrentarán un periodo complicado, sembrado
de incertidumbres y expuesto por lo tanto a la competencia con otros
destinos" que no han sido blancos de atentados, afirmó Philippe
Gauguier, de la consultora In Extenso.
España (tercer destino
turístico mundial detrás Francia y Estados Unidos), así como Portugal
están bien posicionados para sacar tajada de la búsqueda de alternativas
apacibles para una escapada o para pasar vacaciones.
El gremio
patronal del sector, Exceltur, indicó el miércoles que la facturación
del sector podría alcanzar este verano boreal un nuevo récord. La
afluencia de turistas empieza a crear reacciones de saturación en
lugares muy frecuentados, como la isla de Mallorca, de un millón de
habitantes, que este podría recibir hasta diez millones de visitantes.
El
impacto del atentado de Niza se siente en toda la Costa Azul, con
"cancelaciones tanto de clientes franceses como extranjeros", señaló
Philippe Gauguier.
Esas
anulaciones "pueden representar actualmente hasta un 20% de la demanda o
incluso más en hoteles de alta gama, y hasta de 40% en un
establecimiento", reveló el experto.
El fenómeno también se intensificó en París.
"El
teléfono no para de sonar desde el viernes para anular reservas de
julio, agosto y septiembre (...), sobre todo de clientes
estadounidenses", indicó François Delahaye, director general del hotel
de lujo Plaza Athénée.
"Además, enfrentamos adelantos de las fechas de partida, por un equivalente de 66.000 euros hasta el 15 de julio", agregó.
Según el ejecutivo, la gente "tiene miedo de venir a Francia, y no solo a París, y esto va a durar por lo menos un año".
Delahaye
prevé que su hotel tendrá este año "una tasa de ocupación del 50% al
60%, frente a un abanico de 70% a 80% en los últimos años".
Hay
quienes creen sin embargo que Francia seguirá siendo un destino
atractivo y piden que el gobierno lance "rápidamente una nueva campaña
de comunicación, para tranquilizar a los turistas", indica Hervé Becam,
vicepresidente de Umih, la principal organización del sector.
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