lunes, 11 de julio de 2016

Bruselas velará para que Barroso cumpla con el secreto profesional desde 'Goldman Sachs'

BRUSELAS.- La Comisión Europea señaló este lunes que tiene "el deber" de vigilar si el código de conducta de sus funcionarios se respeta, tras la polémica creada por el anuncio de la contratación del expresidente del Ejecutivo comunitario José Manuel Durao Barroso por el banco estadounidense Goldman Sachs.

"Tenemos el deber, en tanto que Comisión Europea, de seguir si estos artículos [de los tratados de funcionamiento de la UE, NDLR] son respetados", dijo Margaritis Schinas, portavoz comunitario, en una rueda de prensa.
Estos artículos señalan que "en todos los casos, todos los exmiembros [de la Comisión] quedan atados a las obligaciones de integridad, discreción y secreto profesional", agregó Schinas.
El expresidente de la Comisión Europea (por dos periodos, 2004-2014), el portugués José Manuel Durao Barroso, fue contratado como consejero por el banco de negocios estadounidense Goldman Sachs, lo que fue criticado a viva voz en toda Europa.
El portugués se ocupará de las funciones de presidente no ejecutivo de Goldman Sachs International, filial internacional del grupo estadounidense con sede en Londres, será asimismo consejero de Goldman Sachs, informó el banco en un comunicado la semana pasada.
El ex primer ministro de Portugal entre 2002 y 2004 fue presidente de la Comisión en un periodo en el que Europa y el mundo cayeron en la crisis financiera de 2008.
El banco Goldman Sachs estuvo ampliamente involucrado en la venta de complejos productos financieros, incluidos los créditos 'subprime', que contribuyeron al 'crash' financiero de 2008. El banco estadounidense también pudo haber ayudado a Atenas a maquillar la deuda de Grecia, antes de la crisis.
"José Manuel aportará un análisis y una experiencia inmensa en Goldman Sachs, en particular una comprensión profunda de Europa. Estamos impacientes de trabajar con él cuando continuamos ayudando a nuestros clientes a evolucionar en un contexto económico y de mercado incierto y delicado", declararon Michael Sherwood y Richard Gnodde, codirectores generales de Goldman Sachs International, citados en el comunicado.
La decisión de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea complica la situación de la City de Londres como plaza financiera y plantea problemas de licencia de numerosos bancos, no europeos, para operar en Europa.
El expresidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, informó en una llamada telefónica al actual jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, de su incorporación a Goldman Sachs Internacional como presidente no ejecutivo, pero lo hizo con posterioridad a que se oficializase el nombramiento.
"El presidente Juncker fue informado después de que la decisión fuera anunciada. No hay una obligación formal para una notificación previa", ha indicado en una rueda de prensa en Bruselas el jefe portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas.
Schinas ha defendido que la Comisión cuenta con las normas "más estrictas en el mundo" en materia de transparencia y conflicto de intereses, si bien ha aclarado que los antiguos miembros del Ejecutivo comunitario sólo tienen obligación de notificar un nuevo empleo en los primeros 18 meses posteriores a dejar Bruselas.
Una vez se ha cumplido ese límite de 18 meses, como se ha dado en el caso de Durao Barroso, el excargo comunitario ya no tiene obligación de informar de sus actividades laborales, porque se considera que el acceso a información privilegiada "ya no es un problema", aunque sigue sujeto por los Tratados a mostrar "integridad, discreción y secreto profesional".
Pese a la polémica por el fichaje del exprimer ministro portugués (2002-2004) y expresidente de la Comisión (2004-2014) por Goldman Sachs, Juncker "no desea hacer comentarios", ha apuntado su portavoz.

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