BRUSELAS.- La Comisión Europea señaló este
lunes que tiene "el deber" de vigilar si el código de conducta de sus
funcionarios se respeta, tras la polémica creada por el anuncio de la
contratación del expresidente del Ejecutivo comunitario José Manuel
Durao Barroso por el banco estadounidense Goldman Sachs.
"Tenemos
el deber, en tanto que Comisión Europea, de seguir si estos artículos
[de los tratados de funcionamiento de la UE, NDLR] son respetados", dijo
Margaritis Schinas, portavoz comunitario, en una rueda de prensa.
Estos
artículos señalan que "en todos los casos, todos los exmiembros [de la
Comisión] quedan atados a las obligaciones de integridad, discreción y
secreto profesional", agregó Schinas.
El expresidente de la
Comisión Europea (por dos periodos, 2004-2014), el portugués José Manuel
Durao Barroso, fue contratado como consejero por el banco de negocios
estadounidense Goldman Sachs, lo que fue criticado a viva voz en toda
Europa.
El portugués se ocupará de las funciones de presidente no
ejecutivo de Goldman Sachs International, filial internacional del grupo
estadounidense con sede en Londres, será asimismo consejero de Goldman
Sachs, informó el banco en un comunicado la semana pasada.
El ex
primer ministro de Portugal entre 2002 y 2004 fue presidente de la
Comisión en un periodo en el que Europa y el mundo cayeron en la crisis
financiera de 2008.
El banco Goldman Sachs estuvo ampliamente
involucrado en la venta de complejos productos financieros, incluidos
los créditos 'subprime', que contribuyeron al 'crash' financiero de
2008. El banco estadounidense también pudo haber ayudado a Atenas a
maquillar la deuda de Grecia, antes de la crisis.
"José Manuel
aportará un análisis y una experiencia inmensa en Goldman Sachs, en
particular una comprensión profunda de Europa. Estamos impacientes de
trabajar con él cuando continuamos ayudando a nuestros clientes a
evolucionar en un contexto económico y de mercado incierto y delicado",
declararon Michael Sherwood y Richard Gnodde, codirectores generales de
Goldman Sachs International, citados en el comunicado.
La decisión
de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea complica la situación de
la City de Londres como plaza financiera y plantea problemas de licencia
de numerosos bancos, no europeos, para operar en Europa.
El expresidente de la Comisión Europea, Jose Manuel
Durao Barroso, informó en una llamada telefónica al actual jefe del
Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, de su incorporación a
Goldman Sachs Internacional como presidente no ejecutivo, pero lo hizo
con posterioridad a que se oficializase el nombramiento.
"El presidente Juncker fue informado después de que la decisión fuera
anunciada. No hay una obligación formal para una notificación previa",
ha indicado en una rueda de prensa en Bruselas el jefe portavoz de la
Comisión, Margaritis Schinas.
Schinas ha defendido
que la Comisión cuenta con las normas "más estrictas en el mundo" en
materia de transparencia y conflicto de intereses, si bien ha aclarado
que los antiguos miembros del Ejecutivo comunitario sólo tienen
obligación de notificar un nuevo empleo en los primeros 18 meses
posteriores a dejar Bruselas.
Una vez se ha cumplido
ese límite de 18 meses, como se ha dado en el caso de Durao Barroso, el
excargo comunitario ya no tiene obligación de informar de sus
actividades laborales, porque se considera que el acceso a información
privilegiada "ya no es un problema", aunque sigue sujeto por los
Tratados a mostrar "integridad, discreción y secreto profesional".
Pese a la polémica por el fichaje del exprimer ministro portugués
(2002-2004) y expresidente de la Comisión (2004-2014) por Goldman Sachs,
Juncker "no desea hacer comentarios", ha apuntado su portavoz.
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