domingo, 24 de julio de 2016

El G-20 buscó salidas para que ni el brexit ni Turquía desestabilicen sus economías

PEKÍN.- Buscar una postura común para que el "brexit" y la inestabilidad en Turquía no perjudiquen en demasía la economía mundial era el gran objetivo de los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20, que ayer comenzaron en la ciudad central china de Chengdu un encuentro de dos días clausurado hoy.

Los zares financieros de las 20 grandes economías mundiales debatieron cómo afrontar seísmos políticos como el reciente golpe de Estado fallido turco o la salida británica de la Unión Europea.
"Nos quedan años enteros para poder normalizar el resultado del brexit", reconoció el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, José Ángel Gurría.
Transcurrido un mes desde el referéndum, el mundo económico parece salir poco a poco del "shock", como mostraron las palabras conciliadoras del mexicano Gurría, que podrían anteceder una postura moderada del G-20 hacia Londres en la declaración final que se hizo pública hoy domingo.
"Debemos afrontarlo de la mejor forma posible, y sin cuestionar la decisión del pueblo británico una vez ha sido recibida", señaló el responsable de la OCDE, tras afirmar que comprendía el hecho de que Londres pidiera tomarse "un tiempo" para afrontar su compleja salida de la UE y restar una unidad a los actuales Veintiocho.
Otro país del G-20 que ha generado dudas en la comunidad internacional y en los mercados, Turquía, está también en las conversaciones de los responsables económicos de la organización este fin de semana.
A la espera de la opinión final del G-20 al respecto, el principal responsable turco en las conversaciones en Chengdu, el viceministro de Finanzas Mehmet Simsek, defendió la adhesión de Ankara a los valores democráticos y el imperio de la ley, tras declararse esta semana en su país el estado de emergencia.
"En realidad, nada ha cambiado demasiado", afirmó Simsek, quien subrayó que otros países europeos se encuentran en similar estado -en alusión a la Francia sacudida por el terrorismo- y reconoció en todo caso que hay "signos de interrogación" por la situación en la que se encuentra su país.
Buena parte de las reuniones han sido a puerta cerrada, con excepción de un foro sobre políticas impositivas previo a la reunión ministerial en el que participó la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, después de que se conociera de que será juzgada en Francia.
La que fuera ministra de Economía francesa entre 2007 y 2011, que irá a juicio por presunta negligencia en la gestión de fondos públicos en aquella etapa, hizo hoy recomendaciones a Gobiernos de otros países sobre cómo aplicar políticas impositivas.
Éstas "tienen que estar bien orientadas, centrarse en investigación y desarrollo, transferencia tecnológica e innovación empresarial", apuntó Lagarde, quien por contra alertó que los movimientos de capitales de algunas empresas tecnológicas han generado "una aceleración y un empeoramiento de las desigualdades".

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