domingo, 10 de julio de 2016

Peor incluso que el 'brexit' / Félix de la Fuente Pascual *

Ya se conoce el resultado del referéndum de Gran Bretaña. Que no cunda el pánico. El mal ya está hecho. Las cosas no pueden ir a peor. En términos financieros se dice que los mercados y las bolsas ya han descontado los efectos de una posible salida. En términos políticos podemos decir lo mismo. La mera posibilidad de poderse salir de la UE, el someter a referéndum la permanencia en la UE es un mal más grave aún que la salida de Gran Bretaña. Y no porque tenga nada en contra del referéndum. 

Un referéndum es, en principio, un acto de suprema democracia. Pero cuando todos los medios oficiales nos vienen bombardeando desde hace ya muchos años, en España también pero mucho más en Gran Bretaña, con eslóganes como estos: “hay que acabar con la burocracia de Bruselas, Bruselas nos está quitando la soberanía nacional, Bruselas nos está quitando la posibilidad de decidir por nuestra propia cuenta”, lo que equivale a decir la famosa frase “Bruselas nos roba, Bruselas nos roba”, son muy pocos los que están en condiciones de poderse librar de dicha presión mediática. ¿Es de extrañar, por tanto, que haya tantas personas en Gran Bretaña y en España contrarias a la UE?

Tengo que limitarme a unas pocas consideraciones. Pero ¿quién es la burocracia de Bruselas? Bruselas ha sido siempre la misma burocracia de Londres, de Berlín, de Madrid ..y de todos los gobiernos nacionales. El mal no está en Bruselas. Está en París, Londres, Madrid, o Berlín. Ellos nos han impuesto sus peones y sus amiguísimos. La única institución democráticamente elegida es el Parlamento Europeo, pero ya se han cuidado los gobiernos de que los europarlamentarios no pasen de meros acólitos de sus respectivos partidos nacionales. 

El Parlamento Europeo ni siquiera tiene poderes para aprobar su propio reglamento de procedimiento electoral, que lleva esperando 59 años y está bloqueado por el Consejo de la UE. No, no me he equivocado cuando he dicho que el Parlamento Europeo es la única institución democráticamente elegida, porque los altos cargos de las demás instituciones están puestos a dedo y el Consejo, es decir los jefes de gobierno, han sido elegidos para gobernar a sus propios países, no para gobernar a toda la UE.

Otro aspecto: ¿Tan mal le ha ido a Gran Bretaña en la UE? ¿Tan mal nos ha ido a España? ¿Cuántas carreteras, cuántos túneles en nuestras ciudades, cuántas autovías no se han construido con dinero de la UE a través de los fondos sociales? Si el dinero que da Bruselas para el fomento del empleo se queda en las manos de unos políticos sinvergüenzas, no debemos echar la culpa a Bruselas, sino a los propios políticos nacionales. ¿Nos roba Bruselas? ¿No era Gran Bretaña uno de los países más pobres del entonces Mercado Común, cuando se adhirió a la UE? ¿Cómo es que ahora es la segunda economía de la UE? ¿No ha sido a causa de las ayudas de la UE?.

Como europeísta convencido que soy, me indignan tanto las razones que se dan a favor de la permanencia de Gran Bretaña en la UE como las razones que aducen los defensores. Ni para unos ni para otros cuanta para nada la paz. Es curioso que los británicos se hayan olvidado tan pronto de los horrores de la guerra y de que es gracias precisamente a la UE que estamos gozando en Europa de un período de paz hasta ahora desconocido. 

Ni para unos ni para otros cuenta la solución de los problemas sociales, el entendimiento entre los ciudadanos de todos los países de la UE, la libertad de movimiento y de desplazamiento. En cambio tanto para unos como para otros cuenta “el poder”: “Gran Bretaña será más fuerte, más soberana, más independiente”. ¡Cuánta dosis de nacionalismo y de xenofobia”.

Se nos ha educado para subestimar y despreciar los valores que encarna la UE y ahora teníamos miedo a que Gran Bretaña se saliese . ¡No seamos hipócritas! El mal ya está hecho, y lo vienen haciendo desde hace años nuestros propios gobernantes. Además, se cambiaron lo tratados de la UE para admitir la posibilidad de que un Estado saliera y se están modificando en otros aspectos para crear una UE de los Estados y de los gobiernos, no de los ciudadanos.

¿Y de qué soberanía estamos hablando, cuando gracias a nuestra desunión dentro de la misma UE no somos capaces de dar un paso sin el permiso de Estados Unidos o incluso de China?

Había además otra cosa que era también peor que el Brexit: que Gran Bretaña continuase dentro de la UE y nos impusiese su modelo de Unión.



(*) Presidente de CILUS, Ciudadanos Libres Unidos y ex funcionario de la UE.

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