Los índices de las Bolsas de Estados Unidos han marcado estos días de
nuevo máximoshistóricos. En lo que va de año acumulan ganancias
modestas, pero ganancias al fin y al cabo, en contraste con las Bolsas
de la Eurozona, que pierden en el año entre el 7% y el 14%, con el Ibex
35 como el más castigado.
La fortaleza del dólar y la buena trayectoria
que sigue la economía estadounidense son motivos que ayudan a esta
subida de las Bolsas del otro lado del Atlántico, ayudadas además por el
deterioro de la situación económica y financiera en Europa (que ha
llegado al extremo tras la ruptura británica) y por la expectativa de
subidas de tipos de interés de la Reserva Federal, lo que alienta la
toma de posición de los capitales. Máxime si se tiene en cuenta que el
Banco Central Europeo tiene varios meses por delante en la aplicación de
políticas de tipo expansivo, lo que mantendrá bajos los tipos de
interés.
Incluso por debajo de cero. Este miércoles, Alemania ha emitido por
primera vez bonos a tipos negativos, en el 0,05%. El bono alemán, que se
cotiza a tipos negativos desde hace unas semanas en el mercado
secundario, todavía no se había estrenado con una emisión de títulos
nuevos a tipo negativo, lo que ha sucedido este miércoles por primera
vez en la historia. Los inversores están dispuestos a pagar por tener
sui dinero invertido en bonos alemanes, que vienen siendo el principal
refugio para los ahorradores desde hace ya algún tiempo, algo que sucede
también con títulos de Suiza y de Japón.
La economía de Estados Unidos lleva una clara ventaja en su
recuperación a la de las principales economías de la zona euro, lo que
no impide que Alemania sea percibida como el principal refugio a la hora
de guardar el dinero. Pero las Bolsas y la renta variable de Estados
Unidos presentan mejores expectativas de crecimiento, lo que han
generado un aumento de los flujos de capital hacia las Bolsas
estadounidenses en las últimas semanas.
La desgraciada peripecia del Brexit, la salida de Reino Unido de la
Unión Europea, no ha hecho más que agudizar estos movimientos de
capitales ya que son muchos los que dan por descontado que en Europa se
va a producir una reorganización de los mercados de capitales en
detrimento de Londres como plaza financiera y en provecho de otras
plazas, posiblemente Francfurt, como alternativa para tomar el relevo a
la City londinense.
De hecho, en Alemania ya se están replanteando la fusión de las
Bolsas de Londres y de Francfurt. Tiene poco sentido que Londres
mantenga su posición como principal centro de operaciones financieras de
la zona euro. Ya tenía poco sentido antes del Brexit, ya que Londres no
estaba integrada en la zona euro y su divisa era y es la libra
esterlina.
La extraña posición de una capital financiera del euro en un
país que ni pertenece a la UE, ni a la zona euro, ni tiene al euro como
divisa ni forma parte del Banco Central Europeo (BCE) sino que tiene su
propio Banco de Inglaterra al margen de la política europea monetaria
común,…Demasiadas inconsistencias para que la gente se tome en serio un
estado de cosas tan caótico. Está por ver como se reorganiza a partir de
ahora este puzzle tan carente de sentido, pero en uno o dos años es más
que probable que veamos movimientos importantes en los mercados
europeos, necesitados de una nueva organización.
(*) Periodista y economista
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