TOKIO.- Japón aprobó hoy un
cuantioso paquete de estímulo destinado a sacar a la economía de su
ciclo deflacionario y a mitigar el impacto negativo del "brexit", a
través de inversiones públicas, y otras medidas para promover la demanda
privada.
El plan tiene un montante total de 28,1 billones de yenes (245.708
millones de euros/274.801 millones de dólares), la mayor parte de los
cuales irá a parar a inversiones en infraestructuras, en particular a la
mejora de los servicios para el sector turístico, y a promover las
exportaciones agrícolas.
"El objetivo es estimular la demanda de forma inmediata, pero también
lograr un crecimiento económico sostenible liderado por el sector
privado", señaló el primer ministro nipón, Shinzo Abe, en la reunión de
su Gabinete en la que se trató de manera extraordinaria la iniciativa.
La batería de medidas incluye inversiones directas de las arcas
públicas, facilidades fiscales y préstamos para grandes empresas de
infraestructuras y para pymes con proyección exterior, y un mayor gasto
en prestaciones sociales y ayudas para personas con bajos ingresos.
El paquete complementa las últimas acciones emprendidas por el Banco
de Japón (BoJ), consistentes en una ampliación de su programa de
flexibilización también centrado en terminar con el ciclo deflacionario
que dura casi dos décadas en la tercera economía mundial.
El objetivo es acelerar la aplicación del "Abenomics", el ambicioso
programa de reforma económica abanderado por Abe, que apuesta por el
estímulo monetario a gran escala y un elevado gasto público.
Esta estrategia no termina de dar los resultados esperados, como
muestran la inflación prácticamente nula y el débil consumo que se
observan, lo que se achaca en parte a factores externos como la
desaceleración china, la caída de los precios del petróleo o el
encarecimiento del yen.
A esta coyuntura se han sumado los temores sobre los efectos del
"brexit" en la economía global y en la nipona, muy expuesta a la salida
del Reino Unido de la Unión Europea debido a la elevada presencia de
empresas japonesas en territorio británico.
En este sentido, el paquete aprobado hoy contiene partidas
importantes destinadas a ayudas para las pymes que se puedan ver
afectadas por el "brexit", y préstamos con bajos tipos de interés para
el sector privado y dirigidos a fomentar las inversiones en
infraestructuras como nuevas líneas ferroviarias de alta velocidad.
La batería también incluye inversiones directas por valor de 7,5
billones de yenes (65.609 millones de euros/73.307 millones de dólares)
que asumirán el Ejecutivo central y los regionales, además de un
presupuesto extraordinario de unos 4 billones de yenes (34.991 millones
de euros/39.907 millones de dólares).
El montante restante se financiará con el programa estatal de
préstamos e incentivos fiscales, que no se incluye en los presupuestos
generales, con el objetivo de no ahondar en el ya excesivo endeudamiento
público de Japón.
Está previsto que el presupuesto extraordinario que ayudará a
financiarlo se compile y someta a aprobación en el hemiciclo a mediados
de septiembre.
Entre las medidas que costearán las autoridades central y regionales,
destacan los 1,7 billones de yenes (14.866 millones de euros/16.611
millones de dólares) que se invertirán en construir infraestructuras de
transporte y servicios.
Otros 2,5 billones de yenes (21.862 millones de euros/24.427 millones
de dólares ) de las arcas públicas se dedicarán a aumentar las plazas
de guardería e incrementar el número de profesionales que trabajan en el
sector sanitario y el cuidado de mayores dependientes.
De este modo el Ejecutivo pretende hacer frente al envejecimiento de
la población y a la baja natalidad de Japón, dos de sus mayores retos en
el ámbito social.
"Queremos crear una sociedad en la que todas las personas puedan
desempeñar papeles activos", dijo Abe al respecto en la reunión de su
Gabinete, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
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