PARÍS.- Después de un 2015 con beneficios
al alza, las compañías aéreas europeas temen que los atentados y las
consecuencias todavía inciertas del Brexit hundan sus previsiones para
este año, a pesar de que los precios del combustible siguen siendo
bajos.
Otros factores alimentan la preocupación, como la
competencia que reduce los precios en los vuelos de larga distancia o
las huelgas de las últimas semanas del personal y de los controladores
aéreos.
En Europa, los últimos meses han estado marcados "por
factores exógenos e inesperados que han perturbado considerablemente el
tráfico aéreo pero también el comercio en los aeropuertos", explica a la
AFP Stéphane Albernhe, de Archery Strategy Consulting.
La mayoría
de compañías aéreas europeas registraron beneficios al alza en 2015,
gracias al precio del queroseno, en niveles históricamente bajos, y al
crecimiento sostenido del tráfico aéreo.
Pero cuando todavía no ha terminado 2016, el grupo francés Air France-KLM, la alemana Lufthansa, IAG (que reúne a British Airways, Iberia, Aer Lingus y Vueling) y las 'low-cost' EasyJet (británica) y Ryanair (irlandesa) ya han anunciado caídas de facturación o han rebajado sus previsiones de beneficios.
"La
frecuencia de los atentados ha aumentado recientemente. Los ataques
consecutivos en Niza, Múnich y Saint-Etienne-du-Rouvray suponen una
frecuencia inédita, la gente está preocupada y su comportamiento cambia a
corto plazo", explica Albernhe.
El efecto ya se ha notado en las
conexiones desde Japón, un país particularmente sensible a los
atentados, y en menor medida en los vuelos con origen en Estados Unidos y
China, indica Didier Brechemier, un experto en transporte aéreo de la
consultora Roland Berger.
Según Forwardkeys, que analiza cada día
más de 14 millones de transacciones aéreas en el mundo, las reservas
desde Japón para viajar a Francia habían caído un 33% entre el 24 y 31
de diciembre de 2015, justo después de los ataques del 13 de noviembre
en París.
"La demanda de
los viajeros sigue aumentando pero a un ritmo más lento. El contexto
económico frágil e incierto, los choques políticos y una ola de
atentados terroristas contribuyen a una demanda más débil", asegura Tony
Tyler, el presidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo
(IATA).
En Francia "cualquier acto potencialmente terrorista
provoca inmediatamente una caída del tráfico aéreo turístico", explica
Didier Brechemier, y recuerda que este país, donde desde enero de 2015
han tenido lugar varios atentados, es uno de los destinos "más
vulnerables".
El ataque del 14 de julio en Niza, cuando un camión
arrolló a la muchedumbre reunida en el paseo marítimo, ha amplificado la
caída de las reservas hacia a Francia para agosto y septiembre, -20%
frente al -16% antes del atentado, según Forwardkeys.
Además, la
preocupación de los viajeros también afecta a las ventas en las tiendas
de los aeropuertos y Aéroports de Paris (ADP), que gestiona los
principales aeropuertos franceses, ya rebajó este mes sus previsiones
para 2016.
Las compañías europeas también se han visto afectadas
por el aumento de oferta de aerolíneas en Estados Unidos, el Golfo
Pérsico y China, que llevan a la baja los precios de los viajes de larga
distancia.
Sin embargo, Stéphane Albernhe quiere ser optimista y
asegura que los factores de crecimiento de la aviación civil "siguen
siendo potentes y duraderos de cara a los próximos 15 o 20 años" y
recuerda que el tráfico mundial sigue creciendo cada año entre un 4,5 y
un 5%.
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