PARÍS.- El presidente de Francia, François Hollande, ha cerrado hoy la puerta
a cualquier financiación pública de las mezquitas, una posibilidad que
no había sido excluida completamente por el primer ministro, Manuel
Valls. "No se va a tocar la ley de 1905. Debe ser compatible con la ley
de 1905", ha señalado sobre la normativa que en diciembre de ese año
consagró la separación entre la iglesia y el Estado y prohibió la
subvención de actividades religiosas.
Hollande se ha pronunciado durante el último Consejo de Ministros
antes de las vacaciones estivales del Ejecutivo francés, que tiene
planificada su próxima reunión el 22 de agosto. Este martes, en el
diario 'Libération', Valls había subrayado que "tocar la ley de 1905
abriría un debate muy peligroso", pero que "se deben analizar todas las
soluciones, sin prohibirnos una suerte de financiación pública". Las
discusiones sobre la subvención de mezquitas o centros de rezo
musulmanes se enmarcan dentro de la lucha planteada por las autoridades
contra la radicalización islamista tras los recientes atentados en suelo
francés.
El nuevo marco institucional con el que se quiere dotar el culto
musulmán debería estar listo en octubre y pasa por la creación de una
"fundación" para financiar centros que ahora reciben en muchos casos
fondos de países extranjeros (como Arabia Saudí) a los que se reprocha
introducir una concepción religiosa alejada de las prácticas galas. El
Gobierno y el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) buscan nuevas
formas de colaboración con las que encontrar recursos dentro de Francia
para evitar recurrir a fondos extranjeros en la construcción de nuevas
mezquitas.
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