TOKIO.- La Bolsa de Tokio
cayó hoy y cosechó su peor cierre en casi tres semanas por la fortaleza
del yen frente al dólar y la decepción imperante entre los inversores
por los estímulos fiscal y monetario anunciados el martes por el
Gobierno de Japón.
El índice Nikkei cayó 308,34 puntos, un 1,88 por ciento, y quedó en
los 16.083,11 puntos; mientras que el segundo indicador, el Topix, que
agrupa a los valores de la primera sección, perdió 28,22 puntos, un 2,17
por ciento, y cerró en las 1.271,98 unidades.
El parqué tokiota abrió con pérdidas lastrada por el auge del yen
frente al dólar estadounidense, una circunstancia que perjudica a los
exportadores nipones.
El billete verde se intercambiaba en la franja de los 101 yenes
durante la tarde en el mercado de Tokio, aunque llegó a situarse en la
banda alta de los 100 yenes durante el día.
El fortalecimiento del yen merma la competitividad y los beneficios
de los grandes grupos exportadores japoneses y es una nefasta noticia
para los inversores de la plaza nipona en plena temporada de
presentación de resultados corporativos, cuyos retornos pueden verse
afectados por un cambio poco favorable.
Otro de los factores que influyó en el parqué tokiota fue el mal
sabor de boca que ha dejado el plan de estímulo aprobado el martes por
el Gobierno nipón basado en inversiones públicas y otras medidas para
promover la demanda privada, pero que no incluye medidas más directas
que podrían dar un impulso inmediato a la economía.
Los inversores de Tokio se mostraron reacios a tomar riesgos, lo que
llevó al selectivo Nikkei a cosechar su peor cierre desde el pasado 11
de julio, cuando quedó por debajo de los 16.000 puntos.
El sector de las corredurías lideró las pérdidas, seguido por las inmobiliarias, el del cristal y la banca.
La firma de inversión Nomura Holdings cayó un 6 por ciento y el grupo Daiwa Securities retrocedió un 3,9 por ciento.
Destacó el descenso del fabricante de electrónica Casio Computer,
cuyas acciones se desplomaron un 14 por ciento tras informar el martes
de que su beneficio se redujo en un 64 por ciento entre abril y junio
(primer trimestre del año fiscal en Japón) y su decisión de revisar sus
previsiones para el semestre hasta septiembre.
En la primera sección, 1.757 valores retrocedieron frente a 167 que avanzaron, mientras que 46 permanecieron sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,458 billones de yenes (21.710
millones de euros), frente a los 2,080 billones de yenes (18.370
millones de euros) de la víspera.
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