BERLÍN.- El Bundesbank (banco
central alemán) confía en que la economía de su país siga creciendo con
fuerza este año, pese a la ligera ralentización del segundo trimestre,
gracias al consumo privado, según su informe de agosto publicado hoy.
A juicio de la autoridad monetaria, que el producto interior bruto
(PIB) creciese en el segundo trimestre un 0,4 % tras avanzar un 0,7 % en
el primero no es motivo de alarma, porque los fundamentales son
sólidos.
La mayor economía europea "podría crecer también en verano en
sintonía con la realmente fuerte tendencia económica de fondo", según el
documento.
El Bundesbank considera -tras el análisis del clima en la industria-
que el consumo privado seguirá siendo el principal acicate al
crecimiento, ayudada por el sector exterior -tradicionalmente potente-
que repuntará de forma "sólida".
La entidad también apunta que las cuentas públicas alemanas podrán
seguir disfrutando de una situación saneada gracias en gran medida a la
situación del mercado laboral, en máximos históricos de población
empleada y moviéndose próximo a sus mínimos porcentuales de desempleo.
En este ámbito, el Bundesbank estima que la administración federal
alemana volverá a registrar un ligero superávit en este ejercicio,
aunque menor que el del año pasado, acompañada de una reducción de la
deuda total.
A juicio de la autoridad monetaria, esta situación fiscal podría
aprovecharse para reducir las contribuciones a las arcas públicas que
realizan empleados y empleadores, un dinero que podría destinarse a
otros fines y animar la economía.
Con respecto a la decisión británica de abandonar la UE, el
Bundesbank cree que a corto plazo apenas se dejará sentir en la
evolución económica de Alemania.
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