jueves, 1 de septiembre de 2016

Austria dice que está en contra del acuerdo de libre comercio Unión Europea-Canadá

VIENA.- El jefe del Gobierno austríaco, Christian Kern, ha asegurado que está en contra -en su formato actual- del Acuerdo Global Económico y Comercial Canadá-Unión Europea (CETA) y que está dispuesto a iniciar una disputa dentro de la UE para hacer valer su posición.

"Este va a ser el próximo conflicto que vamos a desencadenar dentro de la UE", declaró Kern anoche en la televisión pública austríaca (ORF), en una entrevista que recogen hoy los medios del país centroeuropeo.
Horas antes de las palabras de Kern, el ministro de Economía austríaco, Reinhold Mitterlehner, ya había solicitado que se detuvieran las negociaciones del tratado de comercio e inversiones entre EEUU y la UE (TTIP) y que comenzasen de nuevo las conversaciones tras los comicios de noviembre en Washington.
El socialdemócrata Kern aseguró que "un defecto fundamental" de ambos tratados es que "bajo el disfraz del libre comercio se refuerza en verdad el poder de las empresas globales en detrimento de la participación democrática, de la política democrática".
El canciller austríaco dijo que se debían mejorar los "puntos débiles" del CETA para que "siga siendo posible la participación democrática en la conformación de nuestra economía".
Mientras que el TTIP está todavía en proceso de negociación el CETA ha sido ya firmado aunque su entrada en vigor ha sufrido grandes retrasos ante las suspicacias de grupos políticos y sociales tanto en Canadá como en Europa.
En Austria tanto el CETA como el TTIP tienen un gran rechazo popular por el temor de que pueda debilitar los estándares europeos de seguridad alimentaria y que las empresas puedan recurrir políticas públicas si éstas son perjudiciales para sus intereses.
El CETA fue negociado por el anterior Gobierno canadiense, del primer ministro conservador Stephen Harper, que al menos en tres ocasiones anunció la finalización del acuerdo.
Incluso en septiembre de 2014, Harper y los entonces presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, celebraron una cumbre en Ottawa para sellar el acuerdo.
Pero en enero de este año, la UE solicitó revisar el acuerdo para revaluar el controvertido capítulo sobre protección de inversiones ante el temor de que el Parlamento Europeo se negara a ratificar el pacto.
Y en julio, la CE propuso que el CETA sea un tratado "mixto", que requerirá la ratificación de los Parlamentos de los Veintiocho además del Consejo Europeo y la Eurocámara, en vez de procesar el acuerdo de forma rápida sin la necesidad de requerir las aprobaciones nacionales.

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