HANGZHOU.-
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció hoy que efectuará un viaje
relámpago a Uzbekistán al término de la cumbre del G20 en China para
rendir tributo al fallecido líder uzbeko, Islam Karímov.
"Mañana
viajaré con seguridad (a Uzbekistán) para rendir tributo a su memoria",
dijo Putin en rueda de prensa en la ciudad oriental china de Hangzhou.
Putin
subrayó que la muerte de Karímov, que falleció el viernes pasado tras
dirigir con mano de hierro el país centroasiático desde 1990, es "una
gran pérdida".
"Debo
decirles que, en el aspecto humano, siempre me trató muy bien y
manteníamos unas relaciones muy buenas. Él era mayor, pero siempre me
tuteaba", comentó.
El jefe del Kremlin expresó su confianza en que el nuevo dirigente uzbeko "sea capaz de garantizar la estabilidad".
"Para
un país como Uzbekistán esto es muy importante. Es crucial para su
preservación y desarrollo. Vendrá nueva gente y ellos decidirán qué
hacer de ahora en adelante", señaló.
El
asesor presidencial, Yuri Ushakov, precisó que el repentino viaje de
Putin a la histórica ciudad de Samarkanda, donde fue enterrado Karímov,
será "una visita de carácter privado".
"El presidente quiere expresar sus condolencias", apuntó el diplomático.
Putin
no pudo asistir el sábado a las exequias del líder uzbeko debido a su
viaje a la ciudad rusa de Vladivostok y a China, con numerosos
encuentros con líderes.
Karímov
falleció a los 78 años de edad al día siguiente del 25 aniversario de
la independencia de Uzbekistán, tras una semana de especulaciones sobre
su estado de salud.
Reelegido
en 2015 con más del 90 por ciento de los votos, Karímov siempre mantuvo
un difícil equilibrio entre Rusia, Estados Unidos y China.
Según
la prensa, el mejor colocado para sustituirle al frente del país más
poblado de Asia Central (30 millones de habitantes) es el primer
ministro, Shavkat Mirziyóyev, que ostenta ese cargo desde 2003.
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