CHAMBORD.- Los ministros de
Agricultura europeos colocaron hoy la Política Agrícola Común (PAC) en
el núcleo del debate político con un encuentro informal centrado en
redefinir su rol en una futura Europa a 27 sin la presencia del Reino
Unido.
Convocados en el castillo de Chambord, en pleno valle del Loira, por
el titular francés, Stéphane Le Foll, la reunión perfiló una postura
común que defendió que la PAC es una parte integral del proyecto
comunitario y debe ser preservada con medios financieros a la altura de
las aspiraciones.
"No hay PAC-exit", resumió el representante galo al término de las
conversaciones, en las que no participaron España, Italia, Croacia,
Finlandia, Portugal, Holanda y Letonia, por razones políticas o de
agenda, ni Gran Bretaña, que no fue invitada.
La cita no tenía el objetivo de cerrar conclusiones vinculantes, sino
de nutrir el debate europeo y evaluar los diferentes puntos de vista
antes de la cumbre de Bratislava del próximo día 16, en la que se
establecerán las líneas maestras que debe seguir la UE tras el abandono
británico.
Con el horizonte puesto en 2020, y en un momento en que se van a
comenzar a discutir los recursos de esa futura PAC, los ministros
concluyeron, en palabras de Le Foll, que es necesario "hacer un gran
trabajo para simplificar su aplicación, mantener su coherencia y darle
mas flexibilidad".
Coincidieron además en que la PAC afronta grandes desafíos globales,
alimentarios o medioambientales, que deben ser objeto de previsión y
hacen deseable que esta política vaya ligada a otras como la energética.
En esa línea, constataron que debe contar con herramientas que
permitan a los agricultores superar esos desafíos, y apuntaron la
necesidad de analizar cómo garantizar mejor el reparto de valor en la
cadena agrícola, porque ese colectivo es quien aguanta los principales
golpes.
Esta cita "es un primer paso, queda un largo camino", resumió Le
Foll, con el deseo de que haya iniciativas similares a esta en los
próximos meses.
Su homólogo alemán, Christian Schmidt, añadió que la agricultura se
encuentra "en el núcleo de la economía, no es algo sentimental", y que
esta discusión quería demostrar que tras el "brexit" se puede "no solo
hablar, sino decidir sobre el futuro común"
La celebración de este encuentro en Chambord no fue casual: el
impresionante castillo que sirvió de sede, bajo tutela del Ministerio de
Agricultura, permitió revalorizar el patrimonio francés, y su ubicación
está en el corazón de una gran región agrícola, especialmente afectada
por las inundaciones del pasado julio.
Tres grupos de trabajo - presididos respectivamente por Luxemburgo,
Irlanda y la República Checa - abordaron cómo la PAC puede estar al
servicio de un proyecto común europeo en un mundo globalizado, cuál es
su lugar en esa Europa a 27, y los retos que conduzcan a una agricultura
competitiva.
El alto despliegue de seguridad, con gendarmes, policías y servicios
de emergencias, blindó el acceso al recinto a más de un centenar de
manifestantes pertenecientes a distintos colectivos agrícolas.
Su presencia allí, según explicó Andoni García, miembro de la
ejecutiva de la Coordinadora española de Organizaciones de Agricultores y
Ganaderos (COAG) constituía ante todo "una llamada de atención a los
ministros" ante la actual crisis del sector.
"Pedimos una regulación en favor de precios justos tanto para los
agricultores como para el consumidor. La política de ayudas es
insuficiente y está fracasando", explicó García, que viajó desde España
para sumarse a la protesta de sus homólogos franceses.
Llamó a "una nueva PAC dirigida a un modelo social y sostenible, que
se está destruyendo al servicio de las élites, de la industria y la
distribución". Una PAC de 2020, concluyó, que "debe dar un giro".
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