HANGZHOU.- El presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que las dudas sobre el Acuerdo
de Asociación Transpacífico (TPP), el proyecto de alianza comercial que
él abandera, están más en su propio país que en los asiáticos, "que lo
ven como la forma más correcta de actuar", y vaticinó que tras las
elecciones estadounidenses esas críticas disminuirán.
"El ruido se apagará tras las elecciones, allí todo es siempre un
poco ruidoso", dijo llanamente el mandatario sobre la oposición al TPP,
en la que coinciden tanto la candidata demócrata a la Casa Blanca,
Hillary Clinton, como el aspirante republicano, Donald Trump.
"Pese a todo ese sentimiento crítico que está saliendo de algunos
lugares, nadie me ha sabido explicar por qué (el TPP) no sería una
significativa mejora para los trabajadores y los negocios de Estados
Unidos en comparación con la situación actual", subrayó Obama en la
rueda de prensa que ofreció tras la clausura de la cumbre del G20 en
Hangzhou (este de China).
Preguntado sobre si está promocionando ese acuerdo de libre comercio
en las cumbres a las que asiste estos días en Asia (la de Hangzhou y la
de la ASEAN que esta semana arranca en Vientiane), Obama declaró que en
este continente no necesita "ser muy persuasivo" para convencerle de que
se una a ese proyecto.
"No tengo que vendérselo a los líderes asiáticos, que fueron parte de
las negociaciones y lo ven como la forma idónea de actuar para sus
propios países", señaló.
Los analistas consideran que la consolidación del TPP a ambos lados
del Pacífico podría ser una de las últimas grandes apuestas de Obama en
los meses previos a su retirada de la presidencia.
El acuerdo, por otro lado, es visto como un intento de contrarrestar
el poderío económico y comercial de China, una de las grandes economías
de la región que ha quedado fuera de las negociaciones y que defiende su
propia versión de tratado comercial regional.
La alternativa china, el Acuerdo de Libre Comercio para Asia Pacífico
(FTAAP), logró un importante espaldarazo en la cumbre de Asia-Pacífico
que la ciudad de Pekín acogió en 2014, pero los acuerdos de EEUU con
países como Japón para impulsar el TTP fueron un serio revés para Pekín.
Obama defendió hoy que el TPP podría ser tan valioso para la economía
de EEUU como para otras de Asia, ya que en el caso de su país "abriría
mercados que están más cerrados al nuestro".
Para Asia, añadió, "lo que les beneficiaría del acuerdo es que les
serviría de incentivo para involucrarse en reformas estructurales que a
largo plazo fortalecerían su economía", y citó los ejemplos específicos
de Japón y Vietnam.
Obama señaló en este sentido que el primer ministro japonés, Shinzo
Abe, "ha tomado decisiones difíciles abriendo mercados antes cerrados,
pero a la vista de décadas de estancamiento del crecimiento económico le
dijo a su pueblo que si querían romper con eso debían cambiar su forma
de hacer negocios".
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