DUBLÍN.- La decisión de la Comisión Europea de exigir a Apple el pago de 13.000 millones de euros por las ayudas fiscales ilegales de las que la compañía se benefició en Irlanda no tendrá un impacto directo en el rating ‘A+/Estable’ del país, según ha indicado la agencia de calificación Standard & Poor’s.
La calificadora de riesgos considera que, a pesar de que la cantidad
suponga más del 5% del PIB de Irlanda y un 6% de la deuda pública del
país, los 13.000 millones de euros no cambiarán los parámetros de solvencia del emisor soberano e incluso podrían conllevar una menor eficacia institucional y debilitar el compromiso con el crecimiento de la economía.
De hecho, la agencia señala que en caso de que toda la cantidad fuera
dedicada por Irlanda a reducir su endeudamiento, situando la ratio de
deuda el próximo año algo por encima del 80% del PIB, la disminución sería mucho menos significativa que el ajuste de 40 puntos porcentuales logrado por el país desde 2012,
cuando llegaba al 135%, gracias al crecimiento del PIB y la venta de
activos por parte de la Agencia Nacional de Gestión de Activos (NAMA).
Además, la calificadora de riesgos subraya la incertidumbre acerca del destinatario del dinero que debe abonar Apple,
así como la posibilidad de que no se usen todos los fondos recibidos en
la reducción de la deuda, lo que limitaría su efecto positivo.
Por otro lado, S&P considera que la decisión de Bruselas, aparentemente favorable para Irlanda, acarrea riesgos bajistas como la exposición de las “hasta ahora invisibles” diferencias
existentes en el seno de la coalición de Gobierno, lo que podría
afectar a la estabilidad y predictibilidad de las instituciones y las
políticas.
“La credibilidad del Gobierno podría sufrir a ojos del electorado,
que mayoritariamente podría considerar que existen necesidades urgentes
de gasto sin cubrir”, apunta la agencia, que sugiere el riesgo de que
una apelación irlandesa pueda agravar los conflictos del país con sus
socios, algunos de los cuales han expresado anteriormente sus
suspicacias sobre el régimen fiscal de Irlanda.
Asimismo, S&P aprecia riesgos económicos para Irlanda de la decisión, ya que podría socavar el atractivo del país como destino para inversiones extranjeras y la localización de multinacionales, un elemento clave en los progresos de la economía del país en las últimas décadas.
De hecho, la agencia reconoce que si estas preocupaciones sobre el
atractivo de Irlanda para la inversión y las empresas extranjeras se
materializasen esto forzaría a S&P a “reconsiderar su valoración económica”, que hasta ahora es vista como una fortaleza del rating soberano irlandés.
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