WASHINGTON.- La inflación en la zona euro podría acercarse al objetivo del Banco
Central Europeo (BCE) a fines de 2018 o principio de 2019, y hasta el
momento no hay señales de que la política de alivio monetario esté
generando burbujas en los precios de los activos, dijo el
presidente de la entidad, Mario Draghi.
Con ocasión de la reunión anual del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Draghi añadió que tampoco ha visto
pruebas de que la baja inflación se haya enquistado en la fijación de
los salarios, un gran temor para los responsables de política, ya que un
crecimiento pequeño de los sueldos podría perpetuar la inflación baja.
"Para fines de año o en los primeros meses
del próximo, (la inflación) debería subir y acercarse al 1 por ciento, y
más tarde, por encima del 1 por ciento, sobre todo por el efecto base
de los precios de la energía", comentó Draghi en una conferencia de
prensa.
"Por tanto, la tasa de inflación seguirá
subiendo (...) para que nuestro objetivo sea alcanzado a fines del
horizonte de previsión, en 2018 o el comienzo del año siguiente",
agregó.
El BCE lleva tres años y medio sin poder
cumplir su objetivo de inflación, cercano al 2 por ciento, aumentando el
temor a que su política pueda perder credibilidad por una pérdida de la
confianza de empresas y hogares en sus decisiones de política, lo que
complicaría aún más su labor en el futuro.
Draghi agregó que el crecimiento de la zona
euro parece haberse estabilizado y que podría seguir así durante el
resto del año. Pese a todo, el panorama presenta riesgos bajistas, sobre
todo por riesgos geopolíticos y un crecimiento menor al proyectado en
el comercio mundial.
Aunque admitió que sus políticas tienen
riesgos y efectos secundarios negativos, Draghi señaló que no ha
detectado nada que pueda ser considerado como burbujas en los precios de
los activos.
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