BANGKOK.- Miles de tailandeses de luto han dado este viernes su último
adiós a los restos mortales del rey Bhumibol al paso del cortejo
fúnebre por las calles de Bangkok, en el recorrido con destino al Gran
Palacio para la celebración del funeral y la posterior incineración.
El monarca, fallecido este jueves en un hospital de Bangkok a
los 88 años de edad, está considerado como una figura esencial de la
historia reciente de Tailandia, tras sus 70 años de reinado, lo que le
convertía en el jefe de Estado que más tiempo ha cumplido en el cargo.
El cortejo fúnebre, en el que ha participado el príncipe
heredero Maha Vajiralongkorn, ha avanzado lentamente por el barrio
antiguo de Bangkok ante la mirada de cientos de personas vestidas de
negro en señal de luto y muchas de ellas mostrando retratos del monarca.
Según la tradición tailandesa, los cadáveres de los miembros
de la familia real deben guardarse en una urna de oro, si bien fuentes
de la Casa Real han dicho que la tradición ya no se mantiene y que el
cuerpo del monarca estará en un féretro con una urna dorada cerca.
Horas después, el príncipe heredero presidirá los cánticos
de los monjes budistas ante los restos mortales de su padre. El rey ha
pasado los últimos años de su vida con un delicado estado de salud pero
su fallecimiento ha conmocionado a la mayoría de los tailandeses, un
país con 67 millones de habitantes que ahora vive el luto por la muerte
del monarca.
La mayoría de las personas de la capital, Bangkok, visten de
negro por el duelo aunque las tiendas han abierto sus puertas como un
día laborable. El rey ha tenido un papel protagonista en varios de los
momentos más importantes de la historia reciente de Tailandia y ahora
muchos tailandeses temen por el futuro que le espera al país.
Las Fuerzas Armadas tailandesas, que se hicieron con el
poder en mayo de 2014 con un golpe de Estado liderado por el general
Prayuth Chan Ocha, han invocado su deber de defender la monarquía para
justificar su intervención en la política.
El líder de la junta militar, el general Prayuth, dijo el
jueves que ahora su principal prioridad es la seguridad y que ha
ordenado reforzar el despliegue militar en todo el país.
El príncipe Vajiralongkorn sucederá a su padre como monarca
aunque no goza de la aceptación que tenía su progenitor tras pasar toda
una vida en el trono. El príncipe heredero se ha casado y divorciado
tres veces y ha pasado gran parte de su vida fuera de Tailandia, a
menudo en Alemania.
El rey Bhumibol ha sido considerado en muchas ocasiones como
el monarca más rico del mundo, con un patrimonio valorado en unos 40.000
millones de dólares (unos 36.000 millones de euros). Buena parte de esta
riqueza está asignada a la Oficina de Propiedades de la Corona, que con
Bhumibol invertía en proyectos de desarrollo y alquilaba grandes
parcelas de terreno en los alrededores de Bangkok, en algunas ocasiones a
precios por debajo de mercado.
La monarquía es una de las instituciones más poderosas de
Tailandia y cuenta con un Consejo Privado integrado por 19 miembros, que
están encargados de asesorar al rey.
Suthad Kongyeam, de 53 años, está entre las personas que han
acudido a esperar la llegada de los restos mortales del rey al Gran
Palacio y ha asegurado que se siente como si hubiera perdido a un padre.
"Era el corazón de todo el país", ha afirmado. "Todo está alterado. No
hay nada ya en lo que aferrarse", ha señalado.
La mayoría de los tailandeses no han conocido a otro monarca
y su retrato está expuesto en cada casa, escuela y oficina del país.
Los vídeos en blanco y negro con el rey interpretando jazz con su
saxofón han sustituido las emisiones de los canales de televisión desde
el anuncio del fallecimiento del monarca.
Hasta sus últimos años, la imagen del monarca aparecía en
televisión casi cada tarde, en muchas ocasiones caminando con un mapa y
su cámara para visitar proyectos de desarrollo rural. Su mujer, la reina
Sirikit, de 84 años, ha tenido un delicado estado de salud en los
últimos años.
El jefe de la junta militar, el general Prayuth, ha
advertido de que nadie tiene que aprovechar el fallecimiento del monarca
para provocar altercados. El general aseguró el jueves que el príncipe
heredero quiere llorar la muerte de su padre con el resto de los
tailandeses y dejar para más adelante el proceso de sucesión, en el que
el Parlamento le invitará a asumir el trono. "Larga vida a su majestad
el nuevo rey", afirmó el jefe de la junta militar.
Las leyes de Lesa Majestad dejan poco margen que se genere
un debate público sobre la sucesión. La junta ha prometido celebrar
elecciones en 2017, tras la aprobación de una Carta Magna que mantiene
su influencia y que hace que todas las decisiones de las autoridades
militares sean constitucionales 'per se'.
Tras el fallecimiento del monarca, las autoridades
castrenses han decretado un año de luto por el rey, por lo que las
fiestas y celebraciones se rebajarán en intensidad, provocando una
ralentización del crecimiento económico.
El Gobierno ha pedido a todos los ciudadanos que durante 30
días "se abstengan de celebraciones" y ha solicitado a las Embajadas que
avisen a los turistas de que tienen que mostrar contención y respeto
por la época de duelo nacional.
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