domingo, 9 de octubre de 2016

Reino Unido renuncia a las listas de extranjeros en las empresas

LONDRES.- El ministro británico de Defensa, Michael Fallon, aseguró hoy en la BBC que el Gobierno de Theresa May no obligará a las empresas a revelar la lista de sus empleados de nacionalidad extranjera. 

"No estamos proponiendo pedir a las empresas que nombren, hagan listas, identifiquen o avergüencen a las personas que son extranjeras", declaró a BBC Radio 5.
Según el ministro, lo que se hará es someter a consulta un documento, que aún no se ha dado a conocer, en el que se propondrán diversas medidas para incentivar a las empresas a "buscar primero en el mercado laboral británico".
La idea es incentivar a los empresarios a "ofrecer empleo a los británicos, que es lo que se esperaría, antes de que importen mano de obra más barata del extranjero", explicó.
El Gobierno conservador de la primera ministra, Theresa May, ha afrontado duras críticas después de que esta semana la ministra del Interior, Amber Rudd, revelara planes para obligar a las empresas a comunicar el número de sus trabajadores extranjeros a fin de promover la contratación de británicos.
La medida, que ha causado una gran polémica, se dio a conocer en un documento distribuido a la prensa durante el congreso anual del Partido Conservador en Birmingham.
Muchos conservadores, la oposición laborista y varios dirigentes empresariales, e incluso un miembro del eurófobo UKIP, han criticado la iniciativa, al considerar que es xenófoba y envía el mensaje de que el Reino Unido quiere cerrarse al exterior tras el "brexit".

Reacción adversa

La polémica por los planes del Gobierno de Theresa May de que las empresas británicas revelen el número de sus empleados extranjeros aumentó hoy con el rechazo expresado por destacados conservadores y miembros del eurófobo UKIP.
Steve Hilton, exasesor del ex primer ministro David Cameron y partidario del "brexit", calificó de "divisoria y repugnante" la propuesta y la comparó con la iniciativa del candidato presidencial estadounidense Donald Trump de prohibir la entrada de todos los musulmanes a Estados Unidos.
"Solo falta tatuarles números en los antebrazos", escribe Hilton en un artículo en "The Sunday Times", en el que acusa a May de ser "incompetente e irresponsable" por dejar que el resto del mundo piense que la salida de la UE significará cortar lazos con el exterior.
El eurodiputado del eurófobo partido UKIP Roger Helmer consideró por su parte que es "ir demasiado lejos" la iniciativa presentada en el pasado congreso conservador por la ministra del Interior, Amber Rudd, que busca fomentar la contratación británica.
"Si nosotros hubiéramos sugerido que las empresas deben facilitar listas de sus empleados extranjeros, nos hubieran llamado fascistas", manifestó.
El director del fondo de inversión Octopus Ventures, George Whitehead, condenó asimismo los planes y animó al sector empresarial a "reaccionar con un fuerte 'no, esto no es lo que queremos, debemos buscar el talento y darle la bienvenida al Reino Unido".
En los últimos días, varios políticos conservadores, líderes empresariales y la oposición laborista han arremetido contra la iniciativa adelantada por Rudd.
Después de la intervención de la ministra el pasado martes, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, acusó al Gobierno conservador de promover la "xenofobia y el odio" contra los extranjeros.
"Los líderes del Partido Conservador han descendido hasta cotas aún más bajas esta semana. Han encendido la llama de la xenofobia y el odio en nuestras comunidades y han tratado de culpar a los extranjeros de sus propios fallos", declaró.
El director de las Cámaras de Comercio británicas, Adam Marshall, advirtió de que la iniciativa generará la percepción de que es vergonzoso contratar a personas de otros países.
"Muchas empresas lamentarán que tener una fuerza laboral global sea visto como algo vergonzoso", afirmó.

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