BERLÍN.- Un total de 287.363 solicitantes de
asilo llegaron a Alemania entre enero y octubre, la mayoría procedentes
de Siria, Afganistán e Iraq, informó hoy el Ministerio del Interior.
El número de arribos disminuyó el mes pasado, en el que se registraron
15.178 peticiones de asilo, según explicó esa cartera.
Las autoridades pidieron cautela al analizar esas cifras, ante la posibilidad de duplicaciones y omisiones en el registro.
La principal nacionalidad entre los refugiados que pidieron protección fue la siria (83.705), seguida de la afgana (45.703), la iraquí (43.363), la iraní (11.701) y la eritrea (8.863).
De acuerdo con la información ofrecida, la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF) tramita aún numerosas solicitudes acumuladas desde el 2015, cuando Europa vivió el momento más intenso de la crisis de los refugiados y unas 890.000 personas arribaron a la nación germana para huir de la guerra y el hambre imperantes en países de Asia, África y Medio Oriente.
En los primero 10 meses del año, la BAMF resolvió un total de 530.034 expedientes. En el 61,8 por ciento de los casos los solicitantes de asilo recibieron algún tipo de protección, en el 2,1 se determinó que no podían ser expulsados de Alemania con algún motivo y en el 23,7 la petición fue rechazada.
En el 12,3 por ciento de los expedientes se aplicó el reglamento de Dublín, según el cual el país que debe hacerse cargo de una petición de asilo es aquel en el que el demandante pisó por primera vez territorio comunitario.
En lo que va de año se presentaron en las distintas oficinas de la BAMF unas 693.758 peticiones de asilo, un 91,6 por ciento más que en el mismo periodo de 2015.
A ese organismo le faltan por resolver más de 547.000 casos, de acuerdo con la fuente.
Sin embargo, el pasado 5 de noviembre, Frank-Jurgen Weise, jefe de la BAMF, declaró a la Radio y Televisión de Alemania Central que su oficina tiene suficiente personal para procesar las solicitudes, aunque recordó que faltan especialistas para la detección de pasaportes falsos.
También dijo que este país espera recibir menos de 300.000 peticiones de asilo este año.
La canciller federal alemana, Ángela Merkel, defiende una política de brazos abiertos hacia los migrantes, postura criticada en el interior del país e incluso dentro del propio Gobierno.
Un portavoz del Ministerio del Interior indicó hace dos semanas que el ente aboga por devolver inmediatamente a África a los migrantes y refugiados rescatados en el mar Mediterráneo, con el fin de crear un efecto disuasorio.
Las autoridades pidieron cautela al analizar esas cifras, ante la posibilidad de duplicaciones y omisiones en el registro.
La principal nacionalidad entre los refugiados que pidieron protección fue la siria (83.705), seguida de la afgana (45.703), la iraquí (43.363), la iraní (11.701) y la eritrea (8.863).
De acuerdo con la información ofrecida, la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF) tramita aún numerosas solicitudes acumuladas desde el 2015, cuando Europa vivió el momento más intenso de la crisis de los refugiados y unas 890.000 personas arribaron a la nación germana para huir de la guerra y el hambre imperantes en países de Asia, África y Medio Oriente.
En los primero 10 meses del año, la BAMF resolvió un total de 530.034 expedientes. En el 61,8 por ciento de los casos los solicitantes de asilo recibieron algún tipo de protección, en el 2,1 se determinó que no podían ser expulsados de Alemania con algún motivo y en el 23,7 la petición fue rechazada.
En el 12,3 por ciento de los expedientes se aplicó el reglamento de Dublín, según el cual el país que debe hacerse cargo de una petición de asilo es aquel en el que el demandante pisó por primera vez territorio comunitario.
En lo que va de año se presentaron en las distintas oficinas de la BAMF unas 693.758 peticiones de asilo, un 91,6 por ciento más que en el mismo periodo de 2015.
A ese organismo le faltan por resolver más de 547.000 casos, de acuerdo con la fuente.
Sin embargo, el pasado 5 de noviembre, Frank-Jurgen Weise, jefe de la BAMF, declaró a la Radio y Televisión de Alemania Central que su oficina tiene suficiente personal para procesar las solicitudes, aunque recordó que faltan especialistas para la detección de pasaportes falsos.
También dijo que este país espera recibir menos de 300.000 peticiones de asilo este año.
La canciller federal alemana, Ángela Merkel, defiende una política de brazos abiertos hacia los migrantes, postura criticada en el interior del país e incluso dentro del propio Gobierno.
Un portavoz del Ministerio del Interior indicó hace dos semanas que el ente aboga por devolver inmediatamente a África a los migrantes y refugiados rescatados en el mar Mediterráneo, con el fin de crear un efecto disuasorio.
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