WASHINGTON.- Generosas reducciones de impuestos, reforma de las reglamentaciones
bancarias y promesas de un crecimiento acelerado: el equipo económico de
Donald Trump con Steven Mnuchin en el Tesoro y Wilbur Ross en Comercio,
adopta un nuevo tono, basado en el patriotismo económico.
"Estados Unidos es el mejor país del mundo para invertir y por eso el
dinero llega. Vamos a concentrarnos realmente en el crecimiento
económico y en crear empleos. Esa será realmente nuestra prioridad",
resumió el secretario del Tesoro nominado, Steven Mnuchin, exbanquero de
Goldman Sachs de 53 años.
Este plan se concretó simbólicamente en la noche del martes con el
anuncio por parte del grupo industrial Carrier de que renunciará a
relocalizar un millar de puestos a México.
Filial de United Technologies, el grupo afirmó en un tweet que "logró
un acuerdo con el presidente electo" para detener la relocalización.
"El acuerdo con Carrier, es genial", anunció Mnuchin el miércoles.
Trump y el vicepresidente electo Mike Pence, exgobernador de Indiana
Estado en el que se sitúa la fábrica "llamaron al presidente de United
Technologies y le dijeron que querían que los empleos se mantengan
aquí", resumió.
Pero para que esta práctica continúe funcionando, la nueva
administración planea torcer el brazo a los acuerdos comerciales
multilaterales y reducir impuestos sobre beneficios para que las
transnacionales repatríen sus operaciones a territorio nacional.
No se trata de "proteccionismo" asegura Wilbur Ross, el empresario de
79 años designado secretario de Comercio. "Ese es un término
peyorativo".
Según él, se debe distinguir "un comercio sensato de un comercio
estúpido". "Hemos hecho mucho comercio estúpido y vamos a corregir eso",
prometió, en una entrevista con Mnuchin concedida a la cadena CNBC.
Caducó el acuerdo de asociación transpacífica (TPP) firmado en 2015,
"un horrible acuerdo", afirma Ross quien favorece ahora las
"negociaciones bilaterales".
Para alentar a las empresas e incrementar el crecimiento, Mnuchin
quiere respetar la promesa de Trump de reducir el impuesto a los
beneficios a 15% "y hacer volver mucho efectivo a Estados Unidos".
La tasa impositiva a las empresas es teóricamente de 35% actualmente
pero da lugar a muchas deducciones. En lo que respecta a impuesto sobre
los ingresos, la mayor fuente de recursos del presupuesto federal, la
clase media también tendrá una mejora.
En cuanto a los más ricos, si bien ellos también podrán pagar menos
impuestos, esta reducción estará compensada por la eliminación de
ciertas deducciones, dijo Mnuchin.
El próximo secretario del Tesoro admite que para que la fórmula
marche sin inflar la deuda y el déficit al punto de afectar a la
economía, debe operar lo que llama el "impacto dinámico"; la idea de que
al pagar menos impuestos, las familias consuman más.
"¡Eso funciona!", dijo. "Debe haber un impacto dinámico, de lo contrario eso no tiene sentido", añadió.
En esa perspectiva, presagia que la economía "crezca de 3% a 4%",
pronóstico algo más moderado que el 4% prometido por Trump. La Fed prevé
1,8% de incremento este año.
En el frente de la regulación financiera, el exbanquero busca dejar
de lado la reforma de Wall Street, Dodd-Frank, que exige a las
instituciones bancarias conservar importantes fondos propios, al igual
que la futura regla (Paul) Volcker que prohíbe la especulación por parte
de los bancos.
Esta reglamentación "es demasiado compleja e impide prestar", afirma el nuevo tesorero.
Pero Mnuchin evitó toda polémica con la Reserva Federal, objeto de
vivas críticas por parte de Trump, declarando que su presidenta, Janet
Yellen "ha hecho un buen trabajo".
La agencia calificadora Fitch señaló que el recorte los impuestos, el
aumento los gastos en infraestructura y la flexibilización de las
reglamentaciones, favorecerá un crecimiento a corto plazo. Empero
advirtió que el incremento de la deuda resultante puede aumentar la
presión sobre la solvencia financiera del país a mediano plazo.
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