SANTIAGO/BUENOS AIRES.- Turbulencias de diverso tipo con acento
en la baja del precio del cobre marcaron un año difícil para la economía
de Chile, aunque el Banco Central mantuvo hoy su pronóstico de
crecimiento de 1,7 por ciento.
Es una señal alentadora que valoró el Ministerio de Hacienda y en especial la entidad financiera, que consultó con expertos, con una apuesta del 2,0 por ciento en 2017 y de 2,7 en 2018.
El fenómeno del triunfo en las elecciones presidenciales del candidato republicano Donald Trump a priori no tuvo efectos sustanciales en Chile, si bien el canciller Heraldo Muñoz advirtió de peligros si corta los tratados de libre comercio.
La Encuesta Mensual de Expectativas Económicas correspondiente a noviembre, con participación de 50 académicos, consultores y asesores de instituciones financieras, reflejaron cierto alivio en los progresos del país sudamericano.
De acuerdo con el sondeo, la actividad económica se expandió 1,5 por ciento el pasado octubre, tras haber crecido 1,4 puntos porcentuales en septiembre.
Chile es el principal exportador de cobre del mundo, pero la caída de los precios obligó a la nación austral a diversificar más su economía, incluidas acciones para ampliar los valores de la minería.
Además de ser uno de los principales vendedores de frutas en el orbe, al igual que de alimentos, desarrolla la industria del turismo con guarismos por encima de los cinco millones de visitantes extranjeros este año.
En octubre, la inflación fue de 0,2 por ciento menor a la esperada y dejó la tasa interanual en 2,8, por debajo de la mediana del rango meta de entre 2,0 y 4,0 puntos porcentuales que mantiene el Banco Central en un horizonte de dos años.
El desempleo bajó una décima, al 6,8 por ciento, en el trimestre móvil julio-septiembre.
Acerca de la inflación, los analistas anticiparon un alza de 0,1 por ciento en noviembre e igual cifra para diciembre, tras el 0,2 de octubre.
Las primeros vaivenes de los mercados tras los comicios estadounidenses hicieron bajar el dólar, pero la divisa se recuperó y se espera estabilidad hacia el cierre del año, con una tasa promedio de 670 pesos.
Mientras tanto, la inflación en Argentina se aceleró al 2,4 por ciento en el recién concluido mes y los sectores más impactados fueron las viviendas y los servicios básicos, informo hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De acuerdo con esa entidad, en estos dos acápites se registró un alza de 10,7 por ciento, seguido por la indumentaria, con 3,6 por ciento, la atención médica y gastos para la salud (3,4) y los alimentos y bebidas (1,5), reportó el diario Ámbito Financiero.
El resultado del Indice de Precios al Consumidor en el llamado Gran Buenos Aires, que acoge a la capital y el conurbano, en el mes de octubre refleja el cambio en los cuadros tarifarios de gas natural para el sector residencial tomando en cuenta una vigencia de 25 días, subrayó el informe del Indec.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, había ubicado la inflación del tercer trimestre en el 1,3 por ciento y pronosticó una subida en el costo de vida del 16 por ciento para 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario