PARÍS.- La Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) llegó este miércoles a un acuerdo que
limitará la producción de crudo a partir de enero, pero los analistas se
muestran escépticos y advierten que su aplicación deberá ser
supervisada de cerca.
El cartel reducirá la producción en
1,2 millones de barriles diarios (mbd) hasta un total de 32,5 mbd,
frente a los 33,64 mbd que produjo en octubre. El anuncio provocó
sorpresa en los mercados, que temían que las tensiones geopolíticas,
especialmente entre Irán y Arabia Saudí (los dos principales
productores), hicieran fracasar las negociaciones.
Arabia
Saudí aceptó asumir el grueso del esfuerzo, haciendo recular su propia
producción en 486.000 barriles por día para hacer que los precios suban.
En una primera fase, el acuerdo debería devolver dinamismo al sector.
"Podría
darse un aumento de las inversiones en el petróleo a medio plazo, y si
los precios se mantienen por debajo de los 50 dólares, el petróleo de
esquisto estadounidense podría volver con fuerza a los mercados",
considera Lukman Otunuga, analista de FXTM.
"La subida de
los precios del petróleo podría hacer subir la inflación. Los bancos
centrales deberán estar atentos", advirtió Naaem Aslam, de Think
Markets.
Pero
el analista subraya que la limitación a 32,5 mbd aún no está
garantizada: "lo que los inversores se preguntan ahora es cuánto durará
el acuerdo" antes de que uno de los participantes empiece a "hacer
trampas".
En efecto, para que se produzca la ansiada
recuperación de los precios, es necesario que el acuerdo sea respetado
por todos los países de la OPEP, algo que no está asegurado, dado que no
se ha previsto ninguna sanción en caso de incumplimiento.
"En
el pasado, Rusia (que no es miembro de la organización) aceptó en tres
ocasiones limitar su producción antes de incrementarla. ¿Qué va a
impedirle hacerlo de nuevo?, se preguntaba Bjarne Schieldrop, analista
de SEB, antes del anuncio de acuerdo.
Esta
vez, Moscú ha asegurado que en 2017 recortará en 300.000 barriles por
día su producción actual. "Habrá un mecanismo de supervisión para
garantizar que los países no miembros de la OPEP participen de este
esfuerzo", aseguraba antes de la reunión del miércoles Khaled al-Falih,
ministro saudí de Energía, sin precisar el tipo de mecanismo previsto.
En
este contexto incierto, los analistas se preparan a observar
atentamente el mercado para comprobar si el acuerdo es respetado.
Los
datos publicados mensualmente por cada país y recopilados por la OPEP
en ocasiones crean suspicacias sobre su fiabilidad y el propio cartel
prefiere basarse en "informes secundarios" elaborados por analistas,
para fijar los ajustes de producción de cada país.
"Vamos
a mirar los informes de agencias de analistas pero también los datos de
tráfico marítimo, si hay barcos petroleros que salen del país es un
signo bastante claro" de que se está haciendo trampa, resumió Deshpande Abhishek, de Natixis.
Los
productores se beneficiarán en un primer tiempo de un remonte de los
precios, considera este analista, pero podrían tratar de aprovecharse y
contravenir deliberadamente los términos del acuerdo.
Para
Abhishek, los productores podrían ver en el descenso de la demanda una
buena razón para hacer cualquier cosa con tal de conservar partes de un
mercado que podría contraerse. Este hecho podría tentarlos a no reducir
la producción, incluso si es a costa de vender el oro negro más barato.
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