viernes, 25 de noviembre de 2016

El colapso del gobierno Temer en Brasil no debe sorprender, afirma un analista

BRASILIA.- El colapso del gobierno de Michel Temer antes que el golpe parlamentario contra la presidenta constitucional de Brasil, Dilma Rousseff, cumpla tres meses no debe sorprender a nadie, afirmó hoy el analista Paulo Moreira Leite. 
 
Gobiernos sin respaldo del voto popular están condenados a repetir más de lo mismo. No tienen para donde correr, ni fuerza propia para reinventarse, sostuvo el director en Brasilia del diario digital Brasil 247 en un comentario a propósito de la crisis desatada en Planalto con la renuncia del articulador político de Temer, Geddel Vieira Lima.

Para Moreira Leite, 'el caso de Michel Temer es especialmente dramático'. Eduardo Cunha, el principal fiador, se encuentra preso en una celda de la operación anticorrupción Lava Jato, apenas seis meses después de comandar la votación que abrió el proceso de impeachment contra Dilma.

Mientras, el ministro Gedel Vieira Lima, principal operador de Planalto en la Cámara de Diputados, fue forzado a pedir la dimisión cuando intentó usar su influencia - y la de su jefe - para evitar que un apartamento de 3,5 millones de reales (más de un millón de dólares), se convirtiera en un mico inmobiliario.

El articulador político de Temer renunció hoy al cargo, después que el exministro de Cultura denunció ante la Policía Federal que no solo este, sino incluso el propio Temer lo presionaron para que intercediera a favor de la liberación de una obra irregular en Bahía que es de interés de Vieira Lima.

El inmueble, de 30 pisos, se levantaría en el entorno de una zona declarada patrimonial, por lo cual fue embargado por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan).

Según Calero, previo a su dimisión fue convocado por el Presidente al Palacio de Planalto, donde éste le manifestó que la decisión del Iphan había creado 'dificultades operacionales' en su gabinete, puesto que el ministro Geddel se encontraba bastante irritado.

Temer -hizo notar Calero- encaraba con naturalidad la actitud de su mano derecha y al final de la conversación le expresó que la política tiene cosas como ese tipo de presión.

En una nota difundida hoy, diputados y senadores del Partido de los Trabajadores (PT) subrayaron que el pedido de dimisión de Vieira Lima no elimina la necesidad de investigar los actos irregulares cometidos por él, otros ministros y el propio Temer, todos acusados por Calero de haber cometido tráfico de influencia.

En el caso del Presidente, un análisis preliminar indica que cometió crimen de responsabilidad, lo cual lleva a un desdoblamiento natural: el pedido de apertura de un proceso de impeachment.

Por su parte, el líder del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) en la Cámara baja, Daniel Almeida, advirtió que la renuncia de Vieira Lima 'no será capaz de sanar la grave crisis política que enfrenta el país.

El episodio denunciado por Calero revela que el núcleo del gobierno defiende proyectos personales, lo que corresponde a un delito grave, estimó.

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