MADRID.- La Comisión Europea elevó el miércoles sus proyecciones de
crecimiento de la economía española y dijo que el país cumplirá con su
compromiso de reducir el déficit público al 4,6 por ciento del PIB este
año, pero enfrió al mismo tiempo las expectativas para un 2017 que
requerirá nuevas medidas de ajuste.
En su informe de previsiones
de otoño presentado el miércoles y filtrado a primera hora del día por
El País y El Mundo, la Comisión resalta la fortaleza de la economía este
año y eleva su proyección al 3,2 por ciento, desde el 2,6 por ciento
previsto en primavera.
En este contexto, avala la tesis del
ministro de Economía, Luis de Guindos, de que el país cumplirá su
objetivo de déficit público del 4,6 por ciento del PIB a finales de año.
"El
crecimiento económico de nuevo ha excedido las expectativas en los
últimos trimestres", dijo la Comisión Europea para añadir que aunque la
demanda doméstica seguirá siendo el principal impulso de la economía, la
contribución del sector exterior se sumará.
Sin embargo, pese a
que el propio Guindos dijo la víspera que el gobierno probablemente
retocará al alza su proyección de PIB en 2017, la Comisión cree ahora
que la economía nacional crecerá el 2,3 por ciento previsto por España
hasta ahora. Europa estimaba en sus proyecciones primaverales un
crecimiento dos décimas superior.
"El crecimiento previsiblemente
se desacelerará hasta un todavía relativamente robusto 2,3 por ciento
en 2017 y 2,1 por ciento en 2018", dijo la Comisión para añadir que
proyecta un descenso del consumo privado en la medida en la que también
crecerá algo menos el empleo y se irán retirando los vientos de cola.
La
Comisión también da por descontado que, a falta de que España presente
un nuevo presupuesto con medidas para reducir el déficit, el país
incumplirá de largo el objetivo de déficit público el año próximo.
Bruselas
cree que el quebranto fiscal en 2017 seguirá en el 3,8 por ciento,
todavía ocho décimas por encima del compromiso y explica que el país le
fía todavía mucho al crecimiento económico para reducir su
desequilibrio.
"La reducción del déficit de las administraciones
públicas en 2017 y 2018 depende en gran medida en las perspectivas
macroeconómicas positivas", dijo la Comisión.
El ministro
Guindos, que se ha comprometido con los socios europeos a cumplir las
metas, ya ha dicho que un crecimiento económico mayor del previsto en el
cuadro macroeconómico ayudaría a reducir el déficit al margen de nuevas
medidas.
Las proyecciones europeas apuntan a un incremento de
los precios de consumo, que pasarían de una tasa negativa del 0,4 por
ciento en 2016 a una positiva del 1,6 por ciento en 2017 en gran parte
por un previsible encarecimiento de la energía.
Con respecto al empleo, la Comisión espera que siga bajando la tasa de paro aunque a ritmos más moderados.
Con
tasas de paro previstas del 23,5 por ciento en 2016 y el 22,2 por
ciento en 2017, los analistas de la Comisión proyectan crecimientos de
empleo del 2,8 por ciento en 2016, 2,1 por ciento en 2017 y 1,8 por
ciento en 2018.
En sus proyecciones para el conjunto de la
eurozona publicadas el miércoles, el organismo dijo que prevé que el
crecimiento se ralentice el año que viene ya que su principal motor, la
demanda interna, perderá fuerza como resultado de un probable incremento
en los precios de energía, mientras que la inflación podría repuntar.
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