ROMA.- El primer
ministro de Italia, Matteo Renzi, expresó hoy su desacuerdo con la
revisión del marco presupuestario de la Unión Europea (UE) para el
período 2014-2020 por no satisfacer prioridades como la inmigración y el
empleo juvenil.
"En la jornada de hoy, como habíamos anunciado, hemos puesto
el primer veto en la negociación del Presupuesto en Bruselas. Lo ha
hecho el subsecretario (Sandro) Gozi en mi nombre", dijo el
socialdemócrata Renzi en un acto en la Universidad de Catania (Sicilia,
sur).
El primer ministro señaló que Italia "ha dejado de ser un
problema para Europa" y denunció que ahora en cambio "llenan de dinero a
los países europeos que alzan muros", en alusión a la gestión que
algunos Estados miembros han hecho del flujo migratorio.
La Unión Europea (UE) "quería dejar a los sicilianos a cargo
de la inmigración, de salvar miles de vidas (...), pero después llena
de dinero a los países europeos que no aceptan no solo un acuerdo
firmado por ellos sino que con nuestro dinero alzan muros", censuró.
En declaraciones a los medios desde Bruselas, Gozi ha
aclarado que, más que un veto, Italia ha mostrado su "reserva" ante las
cuentas por no satisfacer sus exigencias en materia de inmigración,
desempleo juvenil, seguridad o investigación.
"En estos meses, Europa ha hablado de seguridad, de
inmigración, de hacer más por el empleo juvenil, de ser menos tecnócrata
y capaz de responder mejor a la exigencias de los ciudadanos. Hablar de
prioridades políticas sin invertir en ellas es algo que no estamos
dispuestos a aceptar", criticó Gozi.
El subsecretario responsable de las relaciones con la UE
expresó su deseo de que la acción de Italia "anime a Europa a ser más
coherente con sí misma y a destinar dinero donde pone su palabra y su
prioridad".
El marco financiero plurianual fija los límites de los
presupuestos generales anuales de la Unión Europea y determina cuánto
puede utilizar la UE al año, en total y en sus distintas áreas de
actividad.
De acuerdo a su reglamento, la UE debe revisarlo si los
Estados miembros adoptan más tarde de lo previsto programas que tengan
que ser financiados por el presupuesto de la Unión.
La presidencia del Consejo de la UE, que recae este semestre
en Eslovaquia, había propuesto un acuerdo para revisar el marco
financiero, lo que ha suscitado la reserva de Italia.
El marco presupuestario debe ser aprobado por unanimidad por el Consejo y deberá recibir el visto bueno del Parlamento Europeo.
Esta decisión de Renzi se produce en un momento en el que se
estudian los Presupuestos Generales para 2017 de Italia, para los que
pide mayor flexibilidad a Bruselas para hacer frente al flujo migratorio
o a la emergencia en el centro del país a causa de los recientes
terremotos.
Algunos políticos achacan la negativa de Renzi a su deseo de
presentarse como un líder que defiende los intereses de Italia en
Europa, sobre todo ante el referéndum constitucional del 4 de diciembre,
al que ha llegado a vincular su continuidad en el cargo.
El diputado del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio,
calificó el veto anunciado por Renzi como una "pantomima" y aseguró que
las instituciones europeas le apoyan porque hace lo que le ordenan,
"tratando a Italia como una colonia".
Por otra parte, la economía italiana creció 0,3 por ciento en el tercer trimestre de este año, en comparación con el anterior, y 0,9 respecto al mismo período de 2015, informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat).
Con este resultado, el crecimiento previsto para 2016 es de 0,8 por ciento, en línea con la evaluación realizada por el gobierno en septiembre último en la Nota de Actualización del Documento de Economía y Finanzas del presente año y un punto por encima de los pronósticos de la Comisión Europea y la Oficina Parlamentaria del Presupuesto.
El Istat destaca como aspecto cualitativo del crecimiento el incremento del valor agregado en los sectores industrial y de servicios, con una disminución en el agrícola.
En cuanto a la demanda -añade el informe- hubo una contribución muy positiva del componente nacional, el cual compensó, en parte, el aporte negativo del externo.
En un contexto más amplio, la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) estimó también en 0,3 por ciento el crecimiento del Producto Interno Bruto en los países de la Eurozona en el tercer trimestre, 0,4 si se toman como referencia las 28 naciones miembros del esquema regional de integración.
En el caso específico de Alemania, el crecimiento fue de 0,2 por ciento, dos décimas por debajo del reportado en el segundo trimestre.
Por otra parte, la economía italiana creció 0,3 por ciento en el tercer trimestre de este año, en comparación con el anterior, y 0,9 respecto al mismo período de 2015, informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat).
Con este resultado, el crecimiento previsto para 2016 es de 0,8 por ciento, en línea con la evaluación realizada por el gobierno en septiembre último en la Nota de Actualización del Documento de Economía y Finanzas del presente año y un punto por encima de los pronósticos de la Comisión Europea y la Oficina Parlamentaria del Presupuesto.
El Istat destaca como aspecto cualitativo del crecimiento el incremento del valor agregado en los sectores industrial y de servicios, con una disminución en el agrícola.
En cuanto a la demanda -añade el informe- hubo una contribución muy positiva del componente nacional, el cual compensó, en parte, el aporte negativo del externo.
En un contexto más amplio, la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) estimó también en 0,3 por ciento el crecimiento del Producto Interno Bruto en los países de la Eurozona en el tercer trimestre, 0,4 si se toman como referencia las 28 naciones miembros del esquema regional de integración.
En el caso específico de Alemania, el crecimiento fue de 0,2 por ciento, dos décimas por debajo del reportado en el segundo trimestre.
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