BRUSELAS.- La economía
mantuvo su tibio ritmo de crecimiento en el tercer trimestre del año
tanto en la zona del euro como en el conjunto de la Unión Europea (UE), a
un paso aún más lento del que marcaba a principios de año, debido en
buena medida al moderado progreso de Francia, Alemania e Italia.
Así lo muestran las primeras estimaciones publicadas hoy por
la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, que apuntan a que de
julio a septiembre el PIB de los diecinueve países que comparten la
moneda única se expandió un 0,3 % respecto a los tres meses anteriores.
Esta tasa de crecimiento es idéntica a la que presentaron
los socios del euro en el segundo trimestre respecto al primero, cuando
manifestó una bajada de dos décimas respecto a las cifras que se venían
registrando anteriormente.
Respecto al conjunto de la Unión Europea, los Veintiocho
vieron crecer sus economías en un 0,4 % en el tercer trimestre del año,
al igual que había sucedido en el segundo y una décima por debajo de lo
logrado en el primero.
España creció por encima de la media, con un avance de un
0,7 % entre julio y septiembre en comparación con el segundo trimestre,
al contrario que el resto de grandes economías del euro.
La locomotora alemana vio su tasa de crecimiento reducida a
la mitad, al pasar del 0,4 % intertrimestral alcanzado entre abril y
junio al 0,2 % apuntado de julio a septiembre.
Francia, por su parte, recuperó el aliento perdido en el
segundo trimestre -cuando su PIB se dejó un 0,1 %- al volver a los
números verdes con un 0,2 %.
Italia también mejoró su trayectoria respecto a abril-junio, cuando vio su economía estancada, al ver expandirse en un 0,3 %.
El país con más peso fuera del euro y, por el momento,
dentro de la UE, Reino Unido, logró alcanzar un alza del 0,5 % en el
tercer trimestre, aunque se dejó dos décimas respecto a los tres meses
precedentes.
El resto de socios presentan una imagen desigual, que
engloba desde el crecimiento de Bulgaria en un 0,8 % intertrimestral
-cota que ha rondando durante todo año- al exiguo 1 % de Lituania, que
había empezado el ejercicio en el 0,6 %.
La sorpresa corre a cargo de Portugal y Grecia, los dos
únicos países que no siguen la tendencia a la baja del resto de sus
socios.
La economía lusa ha pasado de crecer en torno al 0,3 % y 0,2
% en la primera mitad del año a un 0,8 % entre julio y septiembre,
mientras que Atenas puede presumir de un alza del 0,5 %, tras el 0,2 %
del segundo trimestre y el -0,6 % del primero.
En términos interanuales, el PIB aumentó un 1,6 % en el área
de la moneda única y un 1,8 % en el bloque comunitario, después de
haber crecido también un 1,6 % y un 1,8 % respectivamente en el segundo
trimestre.
De nuevo, España superó la media comunitaria y de la
eurozona, con un empuje del 3,2 % en el tercer trimestre del año
respecto al mismo periodo de 2015.
Alemania vio crecer su economía en un 1,7 %, Francia en un 1,1 % e Italia en un 0,9 %, mientras Reino Unido registró un 2,3 %.
De nuevo, Bulgaria destacó con un alza interanual del 3,5 %,
solo superada por el 4,6 % de Rumanía, y seguida por el 3,2 % de
Eslovaquia.
Una portavoz de la Comisión Europea señaló a Efe que estas
cifras "coinciden" con su previsiones económicas de otoño, publicadas el
pasado 9 de noviembre, que ya incluían los datos preliminares de la
zona del euro y de la UE, así como de algunos Estados miembros.
En éstas, Bruselas calcula que el crecimiento total de la
zona del euro este año será del 1,7 %, y del conjunto de la UE del 1,8
%.
De cara al próximo ejercicio, la Comisión cree que ambas
áreas crecerán un 1,5 % y un 1,6%, respectivamente, una expansión
impulsada por la mejoría de los mercados laborales y el aumento del
consumo privado, aunque se ve lastrada por "una serie de obstáculos al
crecimiento y el debilitamiento de los factores de apoyo" al mismo.
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