ATENAS.- Grecia pierde anualmente entre 10.000 y 16.000 millones de euros a
causa de la evasión fiscal, según un estudio presentado por la
consultora Ernst&Young en una conferencia en Salónica, del que se
hacen hoy eco los medios locales.
Tan solo por IVA no declarado,
el Estado sufre pérdidas anuales de unos 6.000 millones de euros, a lo
que se suman, entre otros, la evasión de entre 3.500 y 8.400 millones
procedentes de impuestos no pagados de personas físicas.
Según la
consultora, los principales factores que alimentan el fraude son el
continuo aumento de los impuestos, la burocracia, un exceso de
regulación y la falta de cultura tributaria.
Al asumir el Gobierno
hace ahora casi dos años, el primer ministro, Alexis Tsipras, declaró
la lucha contra el fraude como uno de sus objetivos principales.
Sin
embargo, la realidad se está planteando más complicada, no solo por
falta de fondos y personal para reforzar los controles de Hacienda, sino
por la imposibilidad de muchos ciudadanos de hacer frente a la
creciente presión fiscal, sobre todo porque va unida a los múltiples
recortes de sus ingresos.
Uno de los instrumentos mediante los que
el Gobierno pretende mejorar la recaudación es fomentar el uso de las
tarjetas de crédito en los pagos.
Según señala hoy el diario
Kathimerini, Atenas ha presentado a sus acreedores una serie de
propuestas para dar incentivos fiscales a los que hagan un mayor uso de
este método de pago.
Así, el Gobierno quiere ofrecer rebajas
tributarias a los que sufraguen más del 80 % de sus gastos anuales con
tarjetas de débito o crédito.
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