BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) y la eurozona crecerán con paso firme pero lento
en 2016 y 2017, lastradas por la incertidumbre política global, la
debilidad del comercio mundial y la herencia de la crisis.
"La
economía europea no carece de dificultades pero es sólida", dijo hoy el
comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, quien
destacó el "periodo complejo" al que se enfrentan los países europeos.
La Comisión Europea (CE) mantuvo sus previsiones de crecimiento para
los Veintiocho, hasta el 1,8 % del PIB en 2016, pero rebajó tres décimas
las expectativas para 2017, hasta el 1,6 %.
En la eurozona, las expectativas mejoran una décima este año, con un
aumento del 1,7 % del PIB , pero empeoran tres para el que viene, hasta
el 1,5 %.
"El PIB de la UE ya ha rebasado el nivel previo a la crisis", dijo
Moscovici, quien señaló que la economía "debería crecer a un ritmo anual
comparable entre 2016 y 2018, sin aceleración pero tampoco
ralentizaciones pronunciadas".
El freno lo ponen la debilidad del comercio mundial, el deterioro de
factores favorables como los precios del petróleo o la depreciación de
la moneda y el nivel elevado de incertidumbre política en Europa y más
allá de sus fronteras, según la CE.
Siguen pesando además "problemas pasados" derivados de los malos
resultados de los últimos años, como los altos niveles de deuda en
varios países o la falta dinamismo de las inversiones.
El impulso lo darán el consumo privado, favorecido por la mejora del
empleo y un ligero aumento de los salarios, así como la política
monetaria acomodaticia del Banco Central Europeo, que abarata los
préstamos.
En el capítulo más positivo Bruselas apunta que bajará el desempleo,
crecerán las inversiones, subirá la inflación, mejorará la situación
fiscal y, por fin, todos los Estados miembros crecerán.
Entre las grandes economías, España será quien registre un mayor
incremento de su PIB en los próximos ejercicios, en concreto, un 3,2 %
este año, seis décimas más de lo previsto en mayo, y un 2,3 % el
próximo, dos décimas menos.
Esta cota será solo superada por Estados más pequeños como Rumanía
(5,2 %), Irlanda (4,6 %) Luxemburgo (3,6 %), Malta (4,1 %), Eslovaquia
(3,4 %) y Suecia (3,4 %).
En Alemania, la CE espera un aumento del 1,9 % este año y del 1,5 %
el que viene; mientras que para Francia mantiene la expansión prevista
del 1,3 % en 2016 y rebaja en tres décimas la de 2017, hasta el 1,4 %.
Peores son los pronósticos para Italia y Portugal, que crecerán por debajo de la media europea.
La CE apunta que Italia crecerá este año un 0,7 % y un 0,9 % en el
siguiente ejercicio, cuatro décimas menos que lo estimado en las
previsiones de primavera, en tanto que Portugal crecerá este ejercicio
un 0,9 %, seis décimas menos, y un 1,2 % en 2017, tres décimas por
debajo.
Reino Unido logrará capear el impacto del "brexit en 2016, con un
crecimiento del 1,9 %, pero ha visto rebajadas sus previsiones para 2017
hasta la mitad, al 1 % frente al 1,9 % esperado en primavera, como
consecuencia de "la incertidumbre" que lleva a las empresas a retrasar o
cancelar inversiones, según Bruselas.
La tasa de desempleo en la UE bajará del 8,6 % este año al 8,3 % el
próximo, mientras que en la eurozona disminuirá al 10,1 % y al 9,7 %,
respectivamente.
Moscovici ha destacado que la creación de empleo "es más robusta de
lo previsto teniendo en cuenta el crecimiento moderado" y el paro está
en su nivel más bajo desde 2011, "pero sigue siendo demasiado alto y se
necesitan más esfuerzos".
La inflación aumentará hasta sobrepasar el 1 % impulsada por los
precios de la energía, con lo que pasará del 0,3 % este año al 1,6 % en
2017 en la UE, y del 0,3 % al 1,4 %, respectivamente, en la zona del
euro.
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