sábado, 12 de noviembre de 2016

El estancamiento de las economías avanzadas podría estimular una actitud contraria al comercio

WASHINGTON.- Un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) admitió que el persistente estancamiento en las economías avanzadas podría estimular una actitud contraria al comercio, frenar su crecimiento y avivar hoy las medidas proteccionistas. 

Sobre el tema el FMI advirtió que el avance económico global seguirá frenado este año a raíz de una desaceleración en Estados Unidos y el voto en Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea, conocido como Brexit.

Ese organismo internacional también apuntó que esa misma debilidad de la actividad económica, en especial de las inversiones, representa cerca del 75 por ciento de la dramática desaceleración del volumen del comercio desde 2012 hasta el corriente.

En la edición de octubre de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO), el organismo crediticio pronosticó un ligero repunte a partir de 2017, impulsado principalmente por el dinamismo de los mercados emergentes.

La economía mundial en conjunto ha registrado un movimiento lateral, ya que según Maurice Obstfeld, economista jefe y consejero económico del FMI, revisó ligeramente a la baja las proyecciones de las naciones avanzadas para 2016, mientras que en las restantes se prevé un alza.

Lo cierto es que ocho años después de la crisis financiera global la recuperación aun es precaria y amenaza un estancamiento persistente, particularmente en las economías avanzadas, lo cual aviva los llamados a adoptar medidas a favor de restringir el comercio y la inmigración.

Obstfeld señaló que este tipo de restricciones serían perjudiciales para la productividad, el crecimiento y la innovación, por lo que se debe defender una mayor integración comercial con políticas monetarias expansivas.

Pero las políticas monetarias no pueden restablecer por sí solas el vigor de las economías afectadas por pérdida de productividad y envejecimiento poblacional, toda vez que hace falta elevar el gasto en educación, tecnología e infraestructura, y ampliar así la capacidad productiva, y al mismo tiempo corregir la desigualdad.

Dado el carácter aún débil y precario de la recuperación mundial, y los riesgos que la acechan, los expertos subrayan la necesidad urgente de adoptar un enfoque integral, coherente y coordinado para revitalizar el crecimiento, lograr que se distribuya de manera equitativa y sea duradero.

Solo con políticas monetarias, fiscales y estructurales concertadas, dentro de cada país, a lo largo del tiempo y entre los distintos países, el todo puede ser mayor que la suma de las partes.

La economía mundial registrará una expansión de 3,1 por ciento este año, señaló el FMI. Quiere decir que no hay cambios respecto a lo proyectado en julio, mientras que para 2017 se espera un incremento del 3,4 por ciento, gracias a la recuperación en las principales economías de mercados de emergentes, como Brasil y Rusia.

China, la segunda en el mundo, tendrá un avance de 6,6 por ciento en el presente y 6,2 por ciento en 2017.

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