VIENA.- La OPEP
intensifica a partir de mañana sus negociaciones internas y con
productores de crudo ajenos a la organización para pactar el próximo
miércoles el primer recorte de la oferta mundial de petróleo en ocho
años.
Los catorce miembros de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) ya alcanzaron un preacuerdo a fines de
septiembre en Argel y esperan lograr en los próximos días el consenso
sobre la forma de aplicarlo, para poder ratificar el pacto en su
conferencia ministerial del 30 de noviembre en Viena.
El objetivo es limitar la producción en una horquilla de
entre 32,5 y 33 millones de barriles de crudo al día (mbd) en 2017,
frente al récord histórico de 33,64 mbd que el grupo bombeó en octubre,
según los datos publicados por la OPEP en su último informe mensual.
Pero la dificultad estriba en que los socios consigan
ponerse de acuerdo sobre el reparto de la carga que supone reducir las
exportaciones cuando ya están afectados por las fuertes reducciones de
sus ingresos a raíz del desplome de los precios en más del 50 por ciento
frente a los más de 100 dólares/barril de mediados de 2014.
Se trata de ver cuántos barriles retira cada país del
mercado, es decir, establecer cuotas nacionales de producción después de
cinco años sin fijar topes individuales.
Además, a su prevista reducción, que según el preacuerdo
deberá ser de entre el 1,9 % y el 3,4 %, la OPEP espera que se adhieran
algunos de sus más importantes rivales, como Rusia, Brasil, México,
Kazajistán, Omán y Azerbaiyán.
No obstante, las más recientes señales llegadas a los
mercados del "oro negro" han sembrado el escepticismo y los
"petroprecios" cayeron con fuerza el viernes.
El barril del Brent, el crudo de referencia en Europa, y el
del petróleo de Texas (WTI), referente en Estados Unidos, perdieron un
3,59 % y un 3,96 % al cerrar la semana a 47,24 y 46,06 dólares en los
mercados de futuros de Londres y Nueva York, respectivamente.
De forma oficiosa, había trascendido que varios ministros de
la organización y de los llamados "No-OPEP" podrían reunirse ya el
lunes en Viena.
Pero Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo y
líder natural de la OPEP, habría cancelado su participación, por lo que
el encuentro se anuló, aunque habrá previsiblemente negociaciones a
nivel técnico.
Ya el viernes el "Comité de Alto Nivel del Acuerdo de
Argel", encargado de negociar las cuotas de producción de los miembros
de la OPEP, celebró una sesión a puerta cerrada
El ministro argelino de Energía, Nuereddín Butarfa, se
mostró ayer optimista sobre la posibilidad de alcanzar el consenso
necesario al hablar, en declaraciones a la agencia argelina APS, de una
propuesta "buena y equilibrada" del comité de expertos, que consideró
una buena base de trabajo.
"Seguimos siendo optimistas para que la reunión de Viena
refuerce el histórico acuerdo obtenido en Argel", declaró el ministro, y
recordó que la meta es lograr el "reequilibrio del mercado", donde los
precios se han visto lastrados por el excedente de la oferta.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), defensora de
los intereses energéticos de las naciones industrializadas, instó este
mes a la OPEP a "no variar su producción para impulsar el precio" del
crudo y dejar libres "a las fuerzas del mercado".
Sin embargo, en su informe mensual publicado el pasado día
11, el grupo petrolero da por sentado que habrá "ajustes" en la
producción petrolífera.
Según el documento, "los ajustes en el suministro, tanto
OPEP como no OPEP, acelerarán la disminución del considerable excedente
en los inventarios mundiales de petróleo y ayudarán a adelantar el
reequilibrio del mercado".
Para 2017, la organización cifra en 95,55 mbd la demanda
mundial de crudo y estima que 62,86 mbd serán cubiertos por sus
competidores -si no recortan ni congelan su producción-, así como por
otros hidrocarburos no convencionales.
La diferencia, de 32,69 mbd, es la que debería ser aportada por la OPEP y coincide con el nivel previsto en el pacto de Argel.
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